La pandemia, decretada el 11 de marzo pasado por la Organización Mundial de la Salud, perpetró uno de los peores ataques al mundo de la cultura y el espectáculo del que se tiene memoria. Las artes escénicas y el cine resintieron no sólo en la producción sino también en la exhibición la tragedia. No obstante, 2020 procuró algunos filmes memorables de gran calidad y otros para olvidar. Desde la ganadora de Cannes y el Oscar, Parásitos, hasta filmes mexicanos vilipendiados como Nuevo orden, el cine sobrevivió a la primera ola de la pandemia gracias también en parte a las plataformas digitales. Aquí las 10 películas que hicieron historia en medio de la peor crisis sanitaria del mundo en un siglo.
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- Parásitos. Aunque la película del director surcoreano Bong Joon-ho se estrenó en mayo de 2019 y ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes ese año, su suerte estuvo marcada por hacer también historia al obtener cuatro premios Oscar el 9 de febrero de 2020, semanas antes de que se declarara la pandemia, incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Película Internacional y Mejor Guion Original. El filme tuvo, además, buena cosecha de otros premios internacionales, y uno se sigue preguntando por qué. Aborda la historia de una familia de los arrabales de Seúl que, a través de engaños y manipulaciones, se inserta en otra de clase alta, a la que literalmente suplanta. Quizás lo único realmente valioso de este filme sobrevaluado sean las grandes actuaciones de sus protagonistas.
- Ya no estoy aquí. También producida en 2019 pero estrenada en Netflix en enero pasado, sin duda es la gran revelación de este maléfico 2020 en el cine mexicano. El filme de Fernando Díaz de la Parra consiguió no sólo el premio a Mejor Largometraje del Festival de Cine de Morelia, sino también arrasó en los Arieles, entregados por la pandemia en una ceremonia virtual, al sumar 13 nominaciones y quedarse con 10 estatuillas. Y es la cinta mexicana que va en busca del Goya y del Oscar para 2021. Es la gran bofetada al Monterrey opulento como gran urbe industrial, que ha ocultado su cara más dura: las barriadas y suburbios donde la vida no vale nada y los jóvenes son carne de cañón. Su protagonista, Ulises, líder de una pandilla que sólo quiere bailar cumbia, debe huir a Estados Unidos debido al narco. El joven, interpretado por Juan Daniel García Treviño Derek, regresa a su Ítaca donde ya nada es lo mismo. Una de las razones para ver esta película es escucharla, no sólo la música, el lenguaje de sus protagonistas, que por desgracia en la versión para cine exhibida en Cineteca Nacional se mutiló la obra al añadirle subtítulos en un español políticamente correcto, destruyendo su riqueza.
- Retrato de una mujer en llamas. Una obra maestra del cine contemporáneo que se exhibió entre 2019 y 2020, después de ganar los premios Palma Queer y al Mejor Guión en Cannes. Literalmente es una película donde no existen los hombres, su directora y guionista Céline Sciamma plantea un universo totalmente femenino, con un duelo de actuación de sus protagonistas, dos jóvenes actrices francesas ya con muchas tablas en películas importantes de la última década, Noémie Merlant y Adéle Haenel. Ambientada a finales del siglo XVIII, presenta una relación entre una pintora y una joven ex novicia que debe mandar un retrato a su futuro marido como condición para la boda. La historia transcurre en un castillo de una isla donde sólo mujeres están presentes e incluso simulan una suerte de aquelarre en el campo que deriva en el reconocimiento de la pasión y atracción a que ambas jóvenes se enfrentaron. Con una fotografía majestuosa de otra mujer, Claire Mathon, cada instante en la película está cuidado con delicadeza y sensualidad. Gracias a la pandemia, el filme estuvo meses en cartelera de Cineteca.
- Mank. El último gran estreno de Hollywood en 2020, producido ese año y que en principio apareció en pantallas en noviembre y el 6 de diciembre se estrenó en Netflix. Todo parece indicar que será la gran película que se llevará al menos un par de Oscar en 2021. Es la historia de la historia sobre la que muchos consideran la mejor película del cine, Citizen Kane, de Orson Welles. Mea culpa de Hollywood sobre las injusticias con los guionistas. De la mano de David Fincher rinde homenaje al guionista único del filme, Herman J. Mankiewicz, quien ganó, compartido injustamente con Welles, el Oscar a Mejor Guion Original en 1942, que bajo disfraz se centra en el magnate William Randolph Hearst. Con ello el director también honra a su propio padre, Jack Fincher, muerto en 2003, quien escribió el guión. La actuación de Gary Oldman como Mank, la fotografía de Erik Messerschmidt y la propia dirección de Fincher y el guion de su padre casi son las apuestas más fuertes para llevarse los Oscar en 2021. El reparto incluye a Lily Collins y Amanda Seyfried.
- Nuevo orden. Cuando el más reciente filme de Michel Franco ganó el 10 de septiembre pasado el Gran Premio del Jurado del Festival de Venecia, el chovinismo no se hizo esperar en México para encumbrar una película que semanas después se estrenaba en el país y era vituperada con prejuicios, más que con argumentos. A Franco se le tachó de racista y clasista por este filme, que simplemente plantea un mundo en descomposición por la violencia. La historia arranca en una boda en una residencia, en la que irrumpe una rebelión popular contra el statuo quo y la población privilegiada en principio. Eso sirvió de pretexto para que en lecturas mediocres se acusara al filme y a su director, guionista, productor y editor de presentar una obra que exhibía el miedo de los ricos a los pobres, de los blancos a los morenos, visión sesgada y torpe sobre una historia donde nadie se salva de la violencia.
- Para Sama. Nominado al Oscar como Mejor Documental, el filme dirigido por la periodista Waad al-Kateab y Edward Watts, aunque producción de Reino Unido, se centra en los bombardeos del gobierno de Bashar al Assad contra las poblaciones rebeldes en Siria, al igual que el otro documental filmado en ese país de Medio Oriente que también formó parte de la selecta lista de nominados al Oscar en 2020: La cueva. Waad al-Kateab filma desde la universidad y después de la relación con su esposo los ataques inmisericordes de bombarderos rusos a los hospitales de Aleppo, con el único objetivo de que su hija Sama pueda tener testimonio de qué pasó en un país que buscó en la llamada Primavera Árabe derrocar a un dictador, como ocurrió en Libia, Irak, Egipto o Marruecos. Documental del que nadie puede salir indiferente sobre las atrocidades de una guerra civil que en 2021 cumple una década.
- La cueva. Otro documental sobre la guerra civil en Siria, que iba como favorito para ganar el Oscar. El director Feras Fayyad sigue desde Copenhague a la joven pediatra Amani Ballour en sus peripecias y dramas para mantener un hospital subterráneo, refugio y guardería, en la ciudad de Guta, a las afueras de Damasco. Los bombardeos con armas químicas lanzados por las fuerzas leales a Bashar al Assad. Exiliado en Dinamarca, el director de Last Men in Aleppo (2017), con el que también fue nominado al Oscar, guió a sus camarógrafos Muhammed Khair Al Shami, Ammar Sulaiman y Mohammed Eyad, vía Skipe, para que filmaran el día a día de Ballour y sus colegas. El resultado fue un terrible drama sobre la guerra, sin ficciones, donde la crueldad se centra en los niños que atraviesan una guerra civil.
- Tenet. El gran blockbuster de 2020 sin duda fue la más reciente película de Christopher Nolan, protagonizada por John David Washington, Robert Pattison, Kenneth Branagh, Michael Caine y la hermosísima Elizabeth Debicki. La producción británica-estadunidense, que se estrenó a escala global en agosto, repite muchos de los esquemas y secuencias de acción de anteriores filmes de Nolan, como El origen o Interestelar, con sus preocupaciones sobre el tiempo y las teorías físicas y literarias en cuanto a la simultaneidad. Es la trama de un agente de la CIA que se enfrenta a una conspiración encabezada por un magnate ruso enfermo por destruir la Tierra. Sin duda las escenas de acción son lo mejor de una película que para mucha gente fue una decepción en términos de historia.
- Family Romance, LCC. Imposible no incluir el más reciente filme del maestro Werner Herzog. Una historia que pasó sin pena ni gloria al estrenarse durante la pandemia, pero que muestra la capacidad narrativa del más célebre representante del Nuevo Cine Alemán de los 60 y 80, con una reflexión sobre la vida cotidiana en la que todos y todo son sustituibles o reemplazables o repetibles, incluso la emoción de una mujer que gana un premio. En Japón, Yūichi Ishii es el representante de la empresa que da nombre al filme y se alquila para representar a un padre inexistente de una niña, a un empleado del Metro que tiene pavor a que su jefe lo regañe, entre muchos personajes. Historia sutil, con tintes de tragedia, cuando Yūichi Ishii debe fingir su propia muerte para que una niña cuya madre lo contrató deje de verlo como un padre.
- Wonder Woman 1984. Después de la grata sorpresa que fue la primera incursión de Patty Jenkins en 2017 con La mujer maravilla encarnada en Gal Gadot, Hollywood cierra 2020 con una secuela por demás espantosa de la historia de la amazona Diana Prince en territorio de humanos. Si en la versión de 2017 el humor estaba presente en cada diálogo, con la simpatía que genera la presencia de Gadot, en su secuela los parlamentos y el falso drama de Diana Prince por el amor de Steve Trevor, interpretado por un soso Chris Pine, son francamente aburridos, insípidos, sin el menor interés para una película basada en el cómic de William Moulton Marston que derivó en una serie legendaria en los 70 y 80 protagonizada por Linda Carter. A ello se suma un panfleto final, en el que Gadot da lo peor de sí.