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Celebran centenario del escultor Andrés Peraza con homenaje y libro

El ejemplar reúne imágenes de 103 obras del escultor yucateco, con las cuales se muestra su evolución a lo largo de sus 76 años de vida

Con un libro sobre su obra y un homenaje en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, se conmemora el centenario del escultor yucateco Andrés Peraza, nacido en Mérida el 25 de abril de 1922.

El homenaje se realizó el domingo 3 de abril, encabezado por el escultor Manuel Peraza, la poeta Carmen Nozal, el magistrado Plácido Humberto Morales, la crítica de arte María Teresa Favela Fierro, Ivette Tinoco García, directora general de Patrimonio y Servicios Culturales de la Secretaría de Cultura del Estado de México, y Laura Elena Ramírez Rasgado. subdirectora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, quienes destacaron obra y vida de Andrés Peraza, quien falleció en febrero de 1998.

El fino libro de 214 páginas, impreso en papel couché y editado por Porrúa, reúne imágenes de 103 obras del escultor, con las cuales se muestra su evolución a lo largo de sus 76 años de vida, en la que destacan piezas relacionadas con animales en contextos de caza, taurinos o de charros, bronces alusivos a la Revolución Mexicana, en especial con la figura de Emiliano Zapata, asesinado el 10 de abril de 1919, a escasos tres años del nacimiento de Peraza, sus paisajes escultóricos y sus personajes públicos.

También explora las piezas espirituales del escultor, así como sus esculturas geométricas y cósmicas.

Entre las piezas presentadas en el volumen se encuentran Cacería del gran Kudú (1977), La cacería (1991), Manada de caballos (1982), Caballo campeón (1985), Cabeza de caballo cósmico (1990), Puente morelense (1980), Ataque zapatista (1983), General Emiliano Zapata (1986), Gabriela Mistral (1991), El Diluvio (1978), Bautizo de Jesús (1978), Dominio del Elemento (1986),  A las puertas del cielo (1942-945), A las puertas del cielo (1994) y La modernidad (1992), entre muchísimas otras.andrés peraza

La edición no venal incluye textos de Josu Iturbe, Arturo González Cosío, Miguel Peraza y Jesús Alberto Peraza Menéndez (hijos del artista), Nozal, Fernando Leal Auditac, quien envió un video desde Italia para el homenaje en Bellas Artes, y una cronología a cargo de María Antonieta Linares Soto.

Andrés Peraza a los 11 años fue enviado a estudiar a la Gulf Coast Military Academy, en Mississippi, Estados Unidos, donde comienza a dinujar y a modelar, después de regrear a Mérida e ingresar a la Escuela de Música, en 1934 se instala con su familia en Ciudad de México y en 1934 realiza obras abstractas; 30 años después, en 1964, realiza la pieza de un pez prehistórico para el Museo de Historia Natural, en Chapultepec, el Latimeria chalumnae, que despierta su interés por la fauna y la naturaleza.

Miguel Peraza cuenta que escribir para esta hermosa publicación, con una abundante colección de fotografías personales y familiares, recortes de periódicos sobre la obra de su padre y que retoma lo hecho por un libro preparado aún en vida del autor, implicó un importante reto para poder aportar un volumen que enriqueciera el conocimiento de los diferentes públicos y atender desde otra perspectiva las vivencias que su caso compartió con él, sus 22 últimos años de vida, como escultor asociado.

Expone que el análisis estético acerca de la obra de Andrés Peraza lo realiza en el libro el teórico, pintor y escritor Josu Iturbide, quien durante dos años sostuvo entrevistas con el artista en su estudio, que derivó en el libro Destino Cósmico. Vida y obra escultórica de Andrés Peraza (Porrúa, 1999), que estaba previsto para presentarse en la celebración por los 75 años del escultor, que ya no pudo atestiguar esta publicación porque murió el 23 de febrero de 1998 tras un cateterismo de coronarias.Andrés Peraza

En un párrafo, Manuel Peraza resume la evolución artística de su padre, que se puede atestiguar con la curaduría de las obras incluidas en el volumen de Andrés Peraza, escultor (1922-1998):

“Hoy, con el transcurrir de las décadas, observo la evolución artística que inició (Andrés Peraza) haciendo esculturas con formas geométricas orgánicas, como A las puertas del cielo (1942-1945), esta geometría se fue transformando en la expresión anatómica de los cuerpos de los seres vivos ancestrales y contemporáneos, se trata de su propia transformación como escultor.

«Aplicó y combinó todo su conocimiento matemático hacia la evolución de las especies vivientes, las técnicas industriales, sus emociones y las de los otros, pasando por sus convicciones religiosas hasta conseguir un Hombre Cósmico, sin darle tiempo de saber que hoy transitamos hacia una humanidad que cada día se acerca más a las expresiones virtuales de vida, casi seguro de que lo presintió. Me queda claro que sus hombres cósmicos son ese eslabón de entre lo hasta hoy conocido y lo que falta por venir”, escribe.

Un capítulo del libro está dedicado a Emma María Menéndez Inclán (7 de junio de 1933), la esposa de Andrés Peraza, con quien se casó un 6 de agosto de 1952, escrito por Carmen Nozal, quien en el acto en la sala Manuel M. Ponce extendió el homenaje a esta mujer de 88 años, quien recibió varios minutos de aplausos de los asistentes, entre ellos empresarios que patrocinaron la publicación del libro.

Como colofón al emotivo homenaje en el que los asistentes llenaron el recinto en el Palacio de Bellas Artes, se proyectó un video en el que la mezzosoprano Guadalupe Peraza, nieta del artista, interpretó el aria L’Eraclito Amoroso, de la compositora veneciana Barbara Strozzi (nacida también un 6 de agosto, pero de 1619-1977), perteneciente al libro Cantate, Ariette e Duetti, opus 2, publicado en 1651.andrés peraza

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