El Museo de Arte Moderno anunció la exposición Joy Laville: el silencio y la eternidad, programada del 3 de agosto al 29 de octubre de este año, con motivo del centenario del nacimiento de la artista británica y como una oportunidad para revisitar su obra y acercarla a nuevas generaciones.
Nacida en la isla británica de Wight en 1923, Joy emigró a México en 1956, donde redescubrió su vocación por el arte y desarrolló una propuesta artística aparentemente sencilla, centrada en la exploración del color y el protagonismo de la corporalidad, que destacaría en el panorama artístico mexicano.
Su obra es contundente y con el paso del tiempo y los sinsabores de la vida fue adquiriendo madurez y complejidad, conduciendo por la armonía cromática de sus lienzos, el sutil andamiaje de sus planos compositivos, la dimensión emocional de sus paisajes y la presencia de figuras cuyos cuerpos sintéticos se encuentran situados en espacios atemporales, plácidos e inquietantes, elementos con los que hilvanó una aguda reflexión sobre la condición humana.
Además de su pintura, la muestra presenta una selección de su trabajo escultórico y su acercamiento a la ilustración, desplegando un relato visual que, en su serialidad, se desarrolla con prudencia y melancolía hasta la eternidad.
