Buenos Aires. La colorida muestra de arte inflable Blow Up Experience ha cautivado durante las últimas semanas a miles de niños y adultos en la ciudad argentina de Buenos Aires, ofreciendo un recorrido inmersivo con diferentes puestas artísticas que combinan iluminación, tecnología y realidad virtual.
La experiencia de arte inflable, sin precedentes en el país sudamericano, apela a la memoria emotiva de todos sus visitantes a través de elementos centrales de la infancia como los globos, las piscinas de pelotas y las hamacas, explicaron los organizadores a Xinhua.
La actividad tiene como sede el Pabellón Frers del predio ferial La Rural, en el barrio capitalino de Palermo, donde cientos de visitantes se dieron cita para disfrutar de actividades consideradas «para niños», pero que no tienen restricción de edad.
En diálogo con Xinhua, el artista de burbujas Demian Zen explicó que la exposición permite a los visitantes «sacar el niño interno de las personas, animarse a jugar siendo adultos, también acompañado de niños».
«Es una experiencia de entrar en contacto con el niño interno, llena de color, de imágenes diferentes, y también es una buena excusa para sacarse fotos, hacer videos lindos», destacó el artista.
Zen resaltó que «sin dudas, la magia de las burbujas logra transformar a los adultos en niños y refrescar, recordarnos la belleza de las cosas simples y efímeras, y también la alegría de ver a los niños felices».
La propuesta de arte inflable ofrece un recorrido lúdico e interactivo, con más de 3 mil metros cuadrados de espejos, medio millón de pelotas, 35 mil luces de tecnología LED con cambios constantes de color y sorprendentes imágenes a través de la técnica de video mapping.
Una de las atracciones gira en torno a la piscina que permite nadar entre miles de globos.
Arte inflable para niños y adultos
Daiana y su hijo Liam destacaron en diálogo con Xinhua que «la experiencia está re buena, nos divertimos un montón, es re entretenido, o sea, no nos aburrimos ni un minuto, y está buenísimo, porque es para todas las edades».
«Se divirtió él y nosotros», reconoció la mujer junto a su hijo.
También destacan las hamacas, las esculturas inflables, las instalaciones coloridas, las salas inmersivas y otras de realidad virtual, a tono con una tendencia en auge bautizada «kidults», que habilita a los adultos a comportarse como niños.
Por su parte, Alejandra Núñez, acompañada por su hija Isabella y su hijo Augusto, resaltaron la diversión en la pileta.
«Me hundía y me volvía a levantar», sonrió la niña, mientras que la mujer valoró «la experiencia superlinda para venir en familia y para los chicos. Está muy bueno y lo recomiendo para todas las edades. Nos encantó», resumió la mujer.
Cada una de las 14 salas ofrece una propuesta única y visualmente singular, con esferas, jardines de flores y plantas inmensas, además de lámparas con formas que cambian de color, convirtiendo a cada visitante en protagonista de la actividad.
Los niños Mirko y Benjamín asistieron acompañados por su tía Valentina. «Nunca vine a un lugar tan hermoso…Fui niña una vez más», expresó la mujer.
«Me gustó la piscina de burbujas», reveló Mirko.
En tanto, Anabel y sus hijos Lola y Teo celebraron la visita. «Lo que más me gustó fue la parte de los globos que parecían conos», dijo el niño, mientras que su madre contó que le gustó «todo, es una experiencia inolvidable, muy linda, como la de los espejos mágicos».
El recorrido, que permanecerá abierto hasta la primera semana de febrero de 2024, supone además un hilo narrativo que permite apreciar la evolución del arte de los inflables.
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