El Día de Acción de Gracias en EU se estrenó en diferentes salas del mundo Napoleon (2023, Apple Studios), la biopic “histórica” de Napoleón Bonaparte dirigida por el octagenario Sir Ridley Scott (Blade Runner, Alien, Gladiator). Esa noche del jueves 23 de noviembre saliendo de la casa de mi mamá, después de cenar guajolote, turkey en inglés, me fui sola a la última función de las 22:10 horas, esa noche era mi primera vez en una sala 4DX. Pensé en las guerras napoleónicas y los efectos especiales y vívidos que me esperaban en la butaca: lluvia, nieve, viento, explosiones de cañones. Esos movimientos drásticos me hartaron y más de una vez estuve a punto de irme a sentar a las escaleras, pero resistí.
La biopic se enfoca en la relación de los personajes principales: Joaquin Phoenix como el emperador, político, conquistador, burócrata, estratega Corso Napoleón Bonaparte y Vanessa Kirby como la emperatriz Josefina de Beauharnais, primera esposa y gran amor de Bonaparte. En el aspecto técnico Napoleón es excepcional, se aprecia una cinematografía magistral en el campo de batalla a gran escala, y no se crearon imágenes generadas por computadora.
La ambientación de la época y el vestuario son una viva imagen de esos tiempos, de los cuadros que aún se exhiben en el Louvre de París. Sir Ridley Scott tiene maestría en dirigir batallas épicas y grandilocuentes. Ahora bien, en otro aspecto, los historiadores opinan que hay errores y faltas imperdonables. Por ejemplo, no incluyen uno de los graves errores de Bonaparte, la ocupación de la península Ibérica ante la cual los españoles se sublevaron e iniciaron la guerra de independencia.
Recuerdan el famoso lienzo de Francisco de Goya en el que hay un hombre con los brazos abiertos a punto de ser fusilado a quema ropa y a su izquierda cuerpos ensangrentados y a su derecha hombres rezando, esperando su fatídico turno. Ese lienzo se titula El 3 de mayo de 1808 en Madrid, también conocido como Los fusilamientos del 3 de mayo, es un testimonio del evento que les digo que faltó en la peli.
También La Batalla de las Pirámides, es otro hecho que ni explican bien, ni se entiende. En la peli no hay una justificación, ni aparente motivación para las conquistas, enfrentamientos y guerras napoleónicas. Solo suceden y es tarea del espectador leerse un libro (hay 400 libros aproximadamente sobre Napoleón Bonaparte) o echarse unos videos en YouTube antes de ir al cine. Aunque Sir Ridley Scott ya declaró en entrevistas que le importa un carajo las opiniones de los historiadores, discúlpanos viejo, pero no, no te puedes pasar por el arco del triunfo las características históricas y biográficas de un personaje tan especial como lo fue, es y seguirá siendo Napoleón Bonaparte.
Uno de los más grandes genios militares de la historia junto a Alejandro Magno y Julio César. Napoleón forzó a Europa a entrar a la modernidad, creó un código civil que abogaba por la libertad religiosa y quitaba los privilegios de nacimiento, solo por mencionar un par de datos. Las personas que van a ver esta peli sin previos conocimientos sobre Napoleón Bonaparte, saldrán igual o quizá peor, con información distorsionada y con un muy mal sabor de boca sobre el personaje.
¿A quién podemos hacer responsable de esta falta? Podemos empezar por el pésimo guion de David Scarpa, luego culparía yo al director por darle esas instrucciones a Phoenix. ¡Ah! Pero no puedo hacer eso porque la creación y desarrollo del personaje estuvo a manos del actor Joaquin Phoenix. La concha de su madre. ¡Qué mal!
Aquí no hay spoilers, la peli empieza ambientada en el año de 1793 cuando Napoleone Buonaparte es nombrado general de brigada, continúa su ascenso al poder, sus batallas, sus malas y buenas decisiones como general, cuando se auto coronó emperador. Más adelante el exilio y su final. Ni siquiera mencionan que Napoleone di Buonaparte nació en la isla francesa de Córcega, solo un año atrás aún le pertenecía a Italia, por eso Napoleone forzado por las circunstancias aprendió francés y siempre lo habló con un marcado acento i-ta-lia-no. ¡Mamma mia! El emperador y conquistador “francés” más importante de la historia de Francia, no es francés.
Entonces, ¿cómo se sostiene una biopic histórica sin respetar la historia misma o usarla al antojo? El Napoleón de Ridley Scott no tiene enemigos, ¿cómo puede ser posible? Los ingleses siempre fueron su pata de palo. Un héroe con más características de anti-héroe que ningún otro.
El Napoleón que interpreta Phoenix es aburrido, sin gracia, con arranques neuróticos e infantiles, de pocas palabras, no hay esa chispa, ni ese fuego de conquistador y estratega. De hecho, se queda dormido en plena batalla, eso es el colmo de los colmos. Y como si todo lo anterior no fuese suficiente: Napoleón tiene mamitis aguditis y una codependencia tóxica con Josefina.
Sucede que, en la peli, lo de Napo y Jose fue amor a primera vista y sin darle mucho tiempo al tiempo se casaron en 1796 y eso no tardó en convertirse en una relación hiper tóxica (para esos tiempos y para estos también) y poco después Napoléon cambió su apellido a Bonaparte para que sonara más francés.
Josefina se abre de piernas y hechiza a Napoleón con su vulva y de allí siguieron sus manipulaciones y decretos brujeriles. Ella lo fue programando, lo fue haciendo adicto a eso que le mostró y también a su persona. Ambos tenían amantes, ella se quedaba sola por largos periodos mientras él iba conquistando el mundo, muy al estilo de Alejandro Magno, y en esos viajes tenía a sus putitas. Obvio. ¿Cómo diablos no iba a tener amantes Josefina?
Si en la pantalla grande Napoleón cogía como un perro callejero, el hombre no duraba ni dos minutos, con todo y ropa (ambos) en la posición sexual doggy style. Eso fue suficiente, hasta risa me dio verlo, pero me quedó claro que el anti-erotismo fue personificado en él. Y la insatisfecha Josefina solo tuerce los ojos decepcionada y sin alcanzar el orgasmo naturalmente. Sé que no es costumbre que en las películas comerciales se muestre el erotismo y el placer femenino de manera verídica. Lo sé.
En esta peli cuesta trabajo descifrar el leit motif del Napoleón Bonaparte de Joaquin Phoenix. Nunca se notó que su motivación de conquistar el mundo era por y para Josefina. En lo epistolario de la peli, nunca se menciona o infiere cuál es. Solo resaltan que Napo echa de menos a Jose y que ya la quiere ver en persona. Genial, qué amor.
Sería acaso el propósito del actor mostrarnos el lado más vil, despreciable y hasta patético de un hombre tan importante en la historia de la humanidad a cargo de la vida y muerte de millones de hombres. Que nos señale qué libro se leyó donde se muestra el lado oscuro del general emperador. O simplemente siguió la dirección de Scott. ¿O será que el mismo Ridley Scott se proyectó en el personaje histórico porque posiblemente sea su última película? Todo arte es autobiográfico, ya lo dijo Picasso. Pero Ridley Scott ya empezó el rodaje de la secuela de Gladiador 2. Así que no es su última peli.
Volviendo a la interpretación del señor Phoenix como Napoleón. A mí me costaba trabajo verlo como Napoleón, no solo en la apariencia física sino en el personaje. Y eso a veces me ocurría con la bella y talentosa Vanessa Kirby, la sentí como una mujer de este siglo y de estos tiempos. Para algunos críticos ambas interpretaciones mantienen el interés del público y consideran que merecen ser nominados a los premios venideros. Lo dudo y no comparto esa opinión. 
La película es aburrida, ¿por cuánto tiempo el espectador puede apreciar una película de caballos y soldados sin un héroe con leit motif? Y esos largos silencios de Napoleón y sus dos minutos de fornicación, los cuales no eran suficientes para embarazar a Josefina.
A mí algo que me queda claro es que a lo largo de la historia varias guerras y batallas se originaron por una mujer, pero en esta peli esos dos personajes no transmiten pasión ni deseo. En realidad, no hay conflicto ni obstáculos para su amor, solo dos hechos. Napoleón dominó casi toda Europa occidental con su talento de estadista y estratega militar por más de diez años y Josefina nunca le pudo dar un hijo a Bonaparte.
No entiendo por qué hacer una biopic tan ostentosa y prometedora, pero tan aburrida y vacía. Parece que lo único que quiere Bonaparte es vivir dentro de la vulva de Josefina y que ni el imperio le importa. Tira més un pél de figa que una maroma de barco, es un dicho Valenciano que significa: Tira más un pelo de vulva, que una cuerda de barco.
Tristemente en esta biopic hasta ese pelo deja muchas dudas.
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— Napoleon (@NapoleonMovie) December 22, 2023
