Novelas que van desde el Renacimiento de Harlem, una clásica composición musical de Cole Porter y un cortometraje en dibujos animados que presenta a Mickey Mouse figuran entre las obras de 1928 que, de acuerdo con la ley de derechos de autor de EU, ahora pueden utilizarse libremente por cualquier persona.
Cada 1 de enero, la ley estadunidense de derechos de autor, que protege tanto el medio de vida de los creadores como el uso por parte de las generaciones futuras, libera un conjunto de cuentos, canciones y películas para uso público.
Este año miles de publicaciones de 1928, que se produjeron cerca del auge de los “felices años 20”, cuando el arte y la literatura documentaron una época de rápido cambio social, estarán disponibles.
Entre las obras se incluyen novelas de W.E.B. Du Bois y Claude McKay, figuras importantes del Renacimiento de Harlem, un movimiento de artistas e intelectuales afroestadunidenses que celebra la cultura negra.
Las publicaciones liberadas este año en el dominio público también incluyen la comedia de Charlie Chaplin titulada El Circo, un película que forma parte del Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso, así como la letra y música de la canción de Porter titulada “Let’s Do It, Let’s Fall in Love”, según el Centro para el Estudio del Dominio Público en la Universidad de Duke.
Jennifer Jenkins, directora del centro, dice que si bien las composiciones musicales de 1928 están ahora disponibles, los registros sonoros están protegidos por un derecho de autor distinto. (Los registros sonoros puestos en dominio público este año son de 1923).
El uso gratuito del arte y la literatura tras un periodo fijo de tiempo es uno de los principios básicos de la ley de derecho de autor de Estados Unidos, que equilibra el derecho de los creadores a buscar la compensación por su trabajo con el deseo de preservar los artefactos culturales para que las generaciones futuras las puedan utilizar y disfrutar.
Basados en la Constitución de Estados Unidos, los derechos de autor son una forma de ley de propiedad intelectual que protege la autoría de un trabajo original, e incluye poemas, novelas, canciones, arquitectura e incluso programas computacionales. Otras formas de ley de propiedad intelectual son las patentes (que protegen inventos) y las marcas registradas (que protegen los símbolos o eslóganes utilizados en la publicidad).
Los dos aspectos principales de los derechos de autor, un período de derechos exclusivos, seguido de la libertad de uso posterior, ofrecen incentivos a los creadores de diferentes maneras.
Mientras un derecho de autor tenga efecto, los autores pueden recibir pago por su trabajo. El gremio de autores, sindicato que representa a novelistas, poetas, historiadores y periodistas, afirma: “La protección eficaz de los derechos de autor es el eje de la autoría profesional; permite a los autores ganarse la vida escribiendo”.
Pero liberar la literatura de los derechos de autor aumenta la disponibilidad de viejas canciones e historias y permite su uso en nuevas creaciones. El destacado crítico literario Northrop Frye ha dicho en su libro “Anatomía de la crítica”: “La poesía sólo puede hacerse a partir de otros poemas, las novelas a partir de otras novelas”.
Asimismo, Jenkins considera al dominio público como “una fuente para la creatividad”. Agrega que todo lo concerniente a la ley de derechos de autor es impulsar la creatividad, y el dominio público juega un papel central en ello”.
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