Tras las fallas en la propulsión, la nave Peregrine se encuentra navegando en el espacio profundo y se intenta acercarla lo más posible a la Luna, lo que ha permitido que la misión Colmena de la UNAM comience a realizar una serie de pruebas para operar tecnología miniaturizada en dichas condiciones, así lo informó el responsable de la misión y jefe del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, Gustavo Medina Tanco, quien agregó:
“Colmena ya ha sido encendido correctamente en espacio profundo, lo que es un gran hito en la misión, y se encuentra consumiendo la cantidad de potencia esperada.
“Por el momento no pueden realizarse más pruebas, pues se está racionando la energía de la nave Peregrine y se espera la autorización de Astrobotic para proceder a probar todos los demás subsistemas de Colmena”, expuso el experto universitario.
Con estos resultados, agregó, la misión tiene un nivel de éxito mayor al 50 por ciento y se espera que en las próximas horas (y durante la madrugada) se efectúen pruebas que puedan llevar a un 75 por ciento de éxito, aunque no se consiga tener datos científicos de operación sobre el regolito lunar.
Colmena permitiría el diseño eficiente de Colmena 2 para llevar a cabo tareas científicas originalmente planeadas para la actual misión.
Medina Tanco explicó que siete horas posteriores a su lanzamiento y separación exitosos del cohete Vulcan Centauro de United Launch Alliance, la nave Peregrine (en la trayectoria correcta a la Luna) comenzó a tener problemas con su sistema de apuntamiento, lo que hizo que sus paneles solares no pudieran seguir cargando sus baterías.
Después de algunas maniobras complejas, los ingenieros de Astrobotic consiguieron recuperar el apuntamiento y las baterías se encuentran cargadas al momento.
Para estabilizarla y mantener sus paneles en la dirección del Sol, se ha hecho uso intensivo de sus otros motores, lo que está consumiendo una cantidad de combustible mayor que la esperada, limitando severamente el tiempo de vida de la nave y su capacidad de alunizar en forma controlada.
Colmena, Peregrine y sus fallas
Peregrine sólo contaba con 40 horas de combustible, por lo que el Colmena y los demás proyectos a bordo no estarán en su destino programado para el 23 de febrero. Al módulo le restaba un viaje de 46 días para llegar.
“Si los propulsores pueden continuar funcionando, creemos que la nave espacial podría continuar en un estado estable de orientación durante aproximadamente 40 horas más según el consumo actual de combustible”, indicó la empresa.
La nueva meta de la empresa fincada en Pittsburgh es acercar el Peregrine “lo más posible” a la Luna antes de que pierda potencia.
La NASA aseguró este lunes que, pese al «revés» del módulo lunar tiene «más herramientas para explorar el espacio».
El administrador de la NASA, Bill Nelson, resaltó en redes sociales el «éxito» de hoy del nuevo cohete Vulcan Centaur.
Misiones, en 2025
La NASA anunció el martes cambios en las próximas misiones Artemis, que sentarán las bases para la exploración científica a largo plazo de la Luna, el aterrizaje de la primera mujer y la primera persona no blanca en la superficie lunar, y la preparación de expediciones con seres humanos a Marte en beneficio de todos. Para llevar a cabo estas misiones de forma segura, los dirigentes de la agencia han ajustado los calendarios de Artemis II y Artemis III para que los equipos técnicos puedan superar los retos asociados a los primeros desarrollos, operaciones e integración.
El objetivo de la NASA es ahora septiembre de 2025 para Artemis II, la primera misión Artemis tripulada alrededor de la Luna, y septiembre de 2026 para Artemis III, la cual se prevé que aterrice con los primeros astronautas cerca del Polo Sur lunar. Artemis IV, la primera misión a la estación espacial lunar Gateway, sigue prevista para 2028.
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— Astrobotic (@astrobotic) January 9, 2024