Las obras prehispánicas que han sido objeto de robo y saqueo siguen emanando Un halo de esplendor, de ahí el nombre de la exposición temporal del Museo de la Cancillería, que da cuenta del esfuerzo decidido del gobierno para recuperar este patrimonio.
Los institutos Matías Romero y Nacional de Antropología e Historia (INAH) dedican esta muestra a la Rematriación de piezas arqueológicas, a partir de una selección de aproximadamente 200 de ellas, las cuales han retornado a nuestro país, vía valija diplomática.
La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, señaló que en la presente administración se ha logrado una cifra histórica de repatriaciones de bienes patrimoniales que, al momento, asciende a 13 mil 435, de las que poco más de 12,800 son de carácter arqueológico.
Destacó que, si bien, el gobierno mexicano siempre ha ejercido las herramientas jurídicas para su protección y reclamación, la campaña “Mi patrimonio no se vende, se ama y se defiende” sirvió para exponer la inmoralidad de su comercio.
Detalló que en este sexenio se han emitido 40 oficios de extrañamiento que han rendido sus frutos, al cambiar la postura indolente de casas de subasta, de particulares y también de museos del extranjero.
Las cerca de 13 mil 500 piezas devueltas a México proceden de 15 países, en su mayoría de Estados Unidos (9 mil 691), seguido de España (2 mil 522) e Italia (666), de este último, su cuerpo de carabineros y comando para la tutela del patrimonio cultural ha sido la guía para crear un grupo especializado en la materia dentro de la Guardia Nacional.
El titular del INAH, Diego Prieto, abundó que también se constituyó la Comisión Intersecretarial contra el Tráfico Ilícito de Bienes del Patrimonio Cultural, con la participación de las secretarías de Gobernación, Cultura, Relaciones Exteriores, Seguridad, Defensa Nacional, Hacienda y Educación.
El objetivo de Un halo de esplendor. Rematriación de piezas arqueológicas de las culturas de México, como explica el curador Rafael Toriz López, no es solo destacar la importancia histórica y cultural del material recuperado, sino apreciar las obras en su dimensión estética y simbólica.
Desde esa perspectiva pueden comprenderse tradiciones y técnicas, temas iconográficos, recursos expresivos y la historia misma de un país que continúa en una búsqueda comprometida con sus identidades.
La exposición permite apreciar la suavidad pétrea de una máscara teotihuacana y de las figurillas estilo Mezcala; el fulgor rojizo de la cerámica del occidente mexicano, las siluetas femeninas del Preclásico y las delicadas tallas en concha y hueso.
Vigente hasta marzo de 2024, la muestra es una iniciativa que ayuda a entender, compartir y apuntalar qué es y cómo se recupera dicho patrimonio, proyectado como una vocación de inmanencia hacia el porvenir.
La rematriación, abundan los curadores, reconoce que el patrimonio cultural tiene un valor más allá del económico y material, dado que su devolución puede contribuir a sanar heridas históricas, reconfigurar la identidad cultural y fortalecer las relaciones entre países, regiones y naciones.
Así, esta recuperación de bienes se ha convertido en una aproximación decisiva para abordar las disputas sobre patrimonio cultural y promover la justicia cultural en el presente.
Un halo de esplendor. Rematriación de piezas arqueológicas puede visitarse gratuitamente en el Museo de la Cancillería del Instituto Matías Romero (República de El Salvador No. 47, Centro Histórico de Ciudad de México), de lunes a sábado, de 11:00 a 17:00 horas.
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«Un halo de esplendor»: el fulgor inmanente de las obras creadas por las culturas de México, víctimas del saqueo
🔹 La muestra está dedicada a la rematriación de piezas arqueológicas, a partir de 200 de ellas, retornadas al país por valija diplomática
🔹 Permanecerá hasta marzo… pic.twitter.com/HbC6ub0jwZ
— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) January 12, 2024