Canberra, Australia. El buque de pasajeros británico Titanic se hizo conocido por muchos chinos gracias a un éxito de taquilla proyectado por primera vez en China en 1998; sin embargo, los espectadores en ese momento no tenían idea de que el rescate de la heroína al final de la película se basó en la historia real de un sobreviviente chino.
Ese superviviente chino podría haber sido la última persona en salvarse, según James Cameron, director de la película Titanic. «Y eso se convirtió en la inspiración de cómo se salvó Rose», dijo en un tráiler de Los seis: la historia no contada de los pasajeros chinos del RMS Titanic, en la que se desempeñó como productor ejecutivo.
The Six, un documental que explora la historia poco conocida de cómo algunos pasajeros chinos lograron sobrevivir después de que el Titanic chocó contra un iceberg, se proyectará en los cines de China a partir del 16 de abril, un día después del 109 aniversario del hundimiento del legendario barco.
«Este es un documental que cuenta una historia totalmente nueva sobre un grupo nuevo de personas que casi nadie sabía que estaban a bordo del Titanic antes», dijo el cineasta británico Arthur Jones, director de la película.
«Decidimos hacer una especie de historia de detectives, sobre un equipo de investigadores que intentan averiguar algo», dijo a Xinhua desde China en una entrevista telefónica.
Arduosa tarea para descubrir un secreto del Titanic
Jones, de 47 años, nació en una gran ciudad industrial de Yorkshire en el norte de Inglaterra y creció cerca de la casa de una anciana que se cree que sobrevivió al Titanic. Esa experiencia plantó una semilla en lo profundo de su corazón.
En 1996, se mudó a China, donde ha estado viviendo desde entonces, aprendiendo mandarín y trabajando en proyectos cinematográficos.
Una oportunidad llegó hace varios años cuando su amigo Steven Schwankert, un estudioso de la historia marina, le contó sobre los supervivientes chinos del Titanic, cuyas historias nunca antes se habían contado.
También te puede interesar: Oscar 2021: dos visiones de Hollywood y EU… o tres
El 10 de abril de 1912, el Titanic, que alguna vez fue el barco más lujoso del mundo y a menudo denominado «insumergible», partió de Southampton en Inglaterra a Nueva York en su viaje inaugural. Cinco días después, el barco se hundió hasta el fondo del Océano Atlántico. Murieron más de mil 500 personas.
En el barco había ocho hombres chinos que habían trabajado anteriormente en barcos de carga que viajaban por Europa. Abordaron el Titanic en Inglaterra con un solo boleto con ocho nombres, permaneciendo en la cabina de tercera clase. Aunque eran marineros de profesión, en el Titanic viajaban como pasajeros, iban camino de un nuevo trabajo. Entonces ocurrió el desastre, y seis de ellos salieron con vida.
«Me atrajo a la historia su pasión (de Schwankert)», recordó Jones.
Los dos empezaron a trabajar en el proyecto en 2015. La búsqueda de posibles descendientes, familiares e incluso vecinos de los supervivientes no fue fácil.
«Hace 109 años y… los registros de los chinos eran muy limitados. Solo teníamos una lista de nombres, y los nombres no estaban en chino«.
Intentaron casi todas las formas que se les ocurrieron para seguir los diversos hilos de la historia. «Mucho trabajo histórico, muchos archivos, muchas entrevistas a personas, muchas búsquedas de periódicos viejos», dijo.
A veces, la confirmación tardaba más que localizar a los descendientes y familiares.
Por lo general, según Jones, las personas que están conectadas al Titanic a través de la familia lo han sabido desde la infancia: se convierte en parte de la leyenda familiar. Pero ese no fue el caso de los descendientes de chinos, que o no sabían nada del vínculo o lo sospechaban, pero les preocupaba que pudiera estar mal.
Encontraron algunos descendientes relativamente temprano, pero pasaron unos cuatro o cinco años tratando de confirmar su conexión con los sobrevivientes.
«De hecho, encontramos más personas que creemos que son descendientes, pero estaban nerviosos por hacer un reclamo tan grande después de todos estos años. Respetamos su privacidad», dijo el director.
Superando los rumores con una historia real
Jones podía entender bien por qué los descendientes de chinos no sabían mucho sobre los supervivientes.
Había habido rumores sobre cómo escaparon los supervivientes chinos. Uno de los reclamos fue que se vistieron de mujer para poder subir a los botes salvavidas.
«Sobrevivir al Titanic fue una experiencia muy traumática. Entonces… los periódicos escribieron algunas historias terribles sobre ellos».
«Quizás sintieron algo de vergüenza relacionada con eso», dijo Jones. Así que varios de los supervivientes optaron por no contarle a su familia, si tenían una, lo que les había sucedido.
Pero durante los últimos cinco años, el equipo logró encontrar nueva evidencia sobre la fuga de los seis supervivientes, incluida la de lo que habían estado usando durante la fuga, no ropa de mujer.
«No hay evidencia de que hayan hecho algo malo«, dijo el director. «Entonces, ¿cómo sobrevivieron? Lo hicieron uniéndose».
La evidencia sugiere que los pasajeros chinos trabajaron en grupo para escapar de su cabina. Llegaron temprano a las cubiertas de los barcos y esperaron allí. Uno se subió a un bote salvavidas relativamente pronto y otros cuatro se subieron a otro más tarde.
El último superviviente, conocido como Fang Lang, se cayó o saltó al agua. Parecía haber nadado durante unos 20 a 30 minutos antes de ser sacado por el oficial británico Harold Lowe.
«James Cameron conocía esta parte de la historia. Una de las razones por las que quería involucrarse en nuestra película era porque estaba fascinado por el sobreviviente en el agua», dijo Jones.
Tras el desastre, la experiencia de los seis supervivientes en Estados Unidos no fue agradable. La discriminatoria Ley de Exclusión de Chinos, que estaba en vigor en ese momento, significaba que tenían que abandonar el país en 24 horas.
Entonces, a diferencia de otros pasajeros que fueron alojados en hoteles locales o tratados en hospitales por sus lesiones, los seis chinos tuvieron que permanecer en el barco de rescate durante la noche y fueron trasladados a un barco que partía al día siguiente.
Uno de ellos murió dos años después del accidente. Otros terminaron en diferentes países donde les resultó muy difícil establecerse, iniciar relaciones o tener hijos, en parte debido a las leyes de inmigración discriminatorias.
View this post on Instagram
Fang Lang era un hombre muy anciano cuando tuvo hijos y nunca le contó su historia a su familia.
Jones recordó que el hijo de Fang Lang, Tom, le pidió al equipo de investigación «por favor, ayúdenme a descubrir la verdad«.
«Había una brecha generacional tan grande en su familia. Aprender sobre el Titanic fue en cierto modo aprender sobre su padre y quién era realmente. A medida que el proyecto continuaba, nos dimos cuenta de que, en algunos sentidos, estábamos ayudando a salvar esa división».
En las décadas que siguieron a su trágico hundimiento, el Titanic se ha utilizado como una lente a través de la cual cada generación posterior ha examinado los problemas de su propio tiempo: deber, valentía, clase, género y, ahora más que nunca, la discriminación que enfrentan los migrantes.
Jones cree que todavía se pueden aprender lecciones hoy, especialmente en un momento en que el barco del mundo se enfrenta a su propio «iceberg»: covid-19.
«La historia de diferentes grupos étnicos en el Titanic parece una metáfora apropiada de cómo diferentes países y diferentes pueblos han reaccionado entre sí en tiempos de crisis», dijo.
Señaló que los varios cientos de personas en el Titanic que finalmente sobrevivieron al desastre, lo hicieron en gran parte manteniéndose unidas. «Cuando trabajaron juntos, como parecen haber hecho los chinos y muchos otros, sobrevivieron en mayor número».
También es cierto para los países.
«Ahora hay algunos problemas que no se pueden resolver como país individual. Tienes que descubrir las áreas en las que pueden trabajar juntos«.
Durante el proceso de investigación y realización de la película, el equipo inicial que crearon Jones y Schwankert pasó de tres o cuatro personas a un grupo internacional de más de 20 en muchos países diferentes del mundo, y el proyecto se ha convertido en parte de sus vidas. Paralelamente a la película, Schwankert está escribiendo un libro sobre los supervivientes chinos.
El director Jones dijo que esperaba que la película llegara a una amplia audiencia mundial, y tal vez incluso a más personas que sospechan en secreto que tienen una conexión con la historia del Titanic.
«Quizás en algún momento pronto más personas se den a conocer», dijo. «Hubo algunos descendientes cuyas historias no pudimos contar esta vez, pero esperamos poder contarlas pronto».
