Desde el estado de Georgia en el sur hasta Maine en el norte, la ruta de los Apalaches convoca cada año a sus bosques a más de tres millones de senderistas.
La mayor parte de los caminantes pasan uno o dos días en la ruta, pero cada año unos 3 mil intrépidos intentan recorrer la totalidad del sendero, y una cuarta parte de ellos completa la ruta de los 3 mil 500 kilómetros, según Appalachian Trail Conservancy, una organización para la conservación de la ruta de los Apalaches que coordina su mantenimiento. Siendo típicamente una jornada que toma entre cinco y siete meses, esos caminantes enfrentan cambios en el nivel de altitud que equivalen a escalar el Everest un total de 16 veces.
La idea de crear el recorrido fue la de un planificador regional llamado Benton MacKaye en el año 1921, pero no fue hasta 1937 que se construyó todo el sendero.
Es el recorrido de senderismo más largo del mundo, según la organización para la conservación.
Osos negros, salamandras, ciervos, puercoespines y alces habitan los bosques a lo largo del recorrido, dependiendo de la localidad y la temporada. Al recorrer el sendero los caminantes pueden ver espectaculares panoramas desde cimas de montañas y estribaciones a lo largo de los Apalaches, la cordillera de la costa Este de Estados Unidos.
The National Trails System turns 50 this week! The Appalachian Trail was one of the first trails designated and it’s a beauty. Pic by J Smilanic #FindYourWay pic.twitter.com/IHRpKwsOHQ
— US Department of the Interior (@Interior) October 1, 2018
Cuidan los Apalaches
Cada año miles de voluntarios trabajan para mantener el trayecto seguro, bien marcado y hermoso. Treinta clubes locales invierten el valor de 10 mil días en tiempo para mantener el recorrido, que es afectuosamente llamado el “AT”. El Servicio de Parques Nacionales ha colocado a las tierras del Sendero de los Apalaches bajo protección federal desde 1968.
El recorrido ha ayudado a inspirar proyectos similares, como el Sendero Transcaucásico, en construcción en Armenia y Georgia, y también la Via Dinarica, que conecta siete países de los Balcanes a lo largo de un recorrido escénico.