Con motivo del centenario de la muerte del poeta Ramón López Velarde, que se conmemorará el próximo 19 de junio, el Colegio Nacional recordó su obra junto con la de otros seis letrados contemporáneos al zacatecano.
Durante la plática “Ramón López Velarde y sus contemporáneos”, el escritor y miembro del Colegio Nacional, Vicente Quirarte, hizo un recuento de la vida del poeta mexicano, que transcurrió de forma paralela a la de otros autores, como el portugués Fernando Pessoa, el madrileño Ramón Gómez de la Serna, T. S. Elliot, Thomas Edward Lawrence, Katherine Mansfield y Eugene O’Neill, todos nacidos en 1888.
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En palabras de Quirarte, “No todos los escritores nacidos ese año escribían en verso, pero marcaron una nueva pauta, pues desde su respectiva trinchera modificaron de una vez y para siempre el género en que mejor se encontraban”.
Citando a José Emilio Pacheco, Quirarte indicó que, “con gran acierto”, el escritor aseguraba que López Velarde, Elliot y Pessoa hablaban “con la voz del hombre de todos los días”, una característica que el zacatecano tuvo en común con ambos escritores.
Además de la pasión por las letras y a pesar de que nunca llegaron a conocerse, los autores coincidieron de diversas maneras incluso en su vida personal pues, citando al filósofo francés Gaston Bachelard, Quirarte explicó que “los grandes solitarios son grandes caminadores”, y es que ninguno de ellos tuvo hijos, algo que López Velarde mencionó en su poema Obra Maestra, donde escribió: “El hijo que no he tenido es mi verdadera obra maestra”.
De la misma manera, ni Pessoa ni Lawrence pensaron en tener hijos, mientras que Katherine Mansfield buscó convertirse en madre sin tener éxito; por el contrario, Eugene O’Neill tuvo tres, de los cuales dos se suicidaron.
Ramón López Velarde perdió la vida como consecuencia de una neumonía el 19 de junio de 1921, apenas cuatro días después de haber cumplido 33 años; “La edad de Cristo (…) fue uno de los elegidos por los dioses. Fue el primero en abandonar este mundo de esos escritores que nacieron (en 1888)”.
El destino de sus contemporáneos no fue muy distinto. Katherine Mansfield falleció a los 35 años a causa de la tuberculosis, únicamente después de haber escrito cuentos “perfectos” y, según Quirarte, con su talento despertar la envidia de personajes como Virginia Woolf.
No todos los escritores que mencionamos, nacidos en 1888, escribían en verso, pero sí lograron hacer del lenguaje una navegación en que la aventura y el orden marcaron una nueva pauta. Desde su respectiva trinchera todos modificaron el género en que se encontraron: V. Quirarte. pic.twitter.com/ejLhIFAZVA
— El Colegio Nacional (@ColegioNal_mx) May 7, 2021
Tanto Fernando Pessoa como Thomas Edward Lawrence murieron a los 47 años, en 1935, mientras que Eugene falleció en 1953, a los 65; el más longevo de los siete, T. S. Elliot, perdió la vida hasta el año 1965, cuando tenía 76 años de edad.
Tras destacar las trayectorias de los literatos, el también ensayista y académico afirmó que López Velarde “es semejante al corredor de un maratón que llega en la primer posición. Para destacar entre sus pares necesita ir en un pelotón y después desprenderse para llegar a la meta”. Afirmó, además, que la obra del zacatecano no traspasó las fronteras del país; no obstante, “es un poeta reconocido (…) mexicano, muy nuestro. Incluso en Suave Patria hay imágenes que solo podemos entender siendo mexicanos”.
Finalmente, lamentó que la obra sea utilizada por políticos “oportunistas”, y destacó que “es un poema que, a 100 años de su composición, ha sobrevivido a los maestros del cinismo que insisten en declamar un poema que fue escrito para ser leído”, pues asegura que, la poesía, siempre debe ser leída en voz baja.