Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron dos conjuntos habitacionales preshispánicos con al menos 17 entierros en un predio del barrio de San Pedro Tlalnáhuac, Xochimilco, los cuales corresponden al periodo posclásico temprano, que abarcó del 900 al 1350 d.C. a la actualidad, develando los últimos siete siglos de una vivienda xochimilca.
Se trata de un descubrimiento que deja clara la transición paulatina de tiempos de la práctica funeraria preshispánica a la cristiana; además, demuestra los esfuerzos de sus habitantes por evitar la inundación de sus hogares.
También te puede interesar: Dinosaurios se apareaban igual que los gatos
El terrero de 630 metros cuadrados, localizado en las inmediaciones del Centro Deportivo Xochimilco, fue intervenido debido a su potencial arqueológico, y forma parte de la poligonal declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, y también integra la Zona de Monumentos Históricos en Xochimilco.
El descubrimiento prueba la intención de los antiguos habitantes del sitio por mejorar el terreno natural, cuya función debió dirigirse al control del agua del lago somero y al mantenimiento de las áreas chinamperas para el cultivo y recuperación de los recursos lacustres.
Mara Abigail Becerra Amezcua, coordinadora del salvamento arqueológico, y sus colegas Hussein Amador Palacios y Areli Recoba Guarneros, indicaron que la casa fue sometida a escasos cambios estructurales, por lo cual, prácticamente mantiene la misma disposición espacial desde el posclásico temprano.
El estrato superior inmediato detectado por los investigadores corresponde al periodo posclásico tardío (1350-1521 d.C.), del cual se conservaron restos de dos conjuntos habitacionales elaborados con muros de piedra y adobe, pisos apisonados y un fogón.
De acuerdo con la coordinadora, los materiales cerámicos y líticos hallados en la excavación indican que parte de la vivienda estuvo destinada aprovechar el entorno lacustre, pues Xochimilco fue un asentamiento del extrarradio sujeto a los mexicas, a quienes proveían de productos agrícolas y otros bienes.
Asimismo, se tiene registro de elementos entre los cuales destacan muros de contención, plataformas y levantamiento de pisos continuos para renivelar los espacios ante las inundaciones de la zona.
Los entierros fueron localizados en el patio que conectaba ambos conjuntos habitacionales, y entre ellos se encontró el de un adulto al que le fue ofrendado un bezote de obsidiana y una vasija de loza tipo Texcoco Bruñida, lo cual indicaría que el individuo contaba con cierto estatus social al menos dentro de la familia o localidad.
A excepción de la osamenta de un infante, los demás entierros corresponden a adultos, y la mayoría corresponden al periodo posclásico tardío; sin embargo, también hay algunos del periodo colonial temprano, y sus características demuestran que en estas zonas predominó la adopción de las nuevas prácticas vinculadas a los españoles.
De acuerdo con Hussein Amador, los dos entierros de este periodo fueron depositados de forma extendida, es decir, a la usanza cristiana; sin embargo, a la altura de sus hombros se les dispuso la clavícula de otras osamentas que fueron removidas, a modo de ofrenda.
Lo anterior, prueba cómo la transición hacia la funeraria cristiana fue paulatina, persistiendo ciertas ideas de la cosmovisión mesoamericana.
Becerra comentó que las excavaciones concluirán en unos días para dar paso al seguimiento de la obra en el predio, donde se proyecta la construcción de un local comercial, y que puede dar paso a otros hallazgos; agregó que se solicitará la modificación de algunos aspectos del proyecto para proteger las estructuras arquitectónicas.
En un predio del Barrio San Pedro Tlalnáhuac, arqueólogos han descubierto hallazgos sobre los últimos siete siglos de una vivienda xochimilca y el destino de sus antiguos habitantes.#PrensaINAH: https://t.co/8X4fVLT9rF pic.twitter.com/F6AwwakLOt
— INAHmx (@INAHmx) May 31, 2021