El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reconoció la trayectoria y la generosidad del arquitecto y arqueólogo José Alejandro Villalobos Pérez (Ciudad de México, 1959), quien donó sus colecciones al Archivo Nacional de Arqueología, que incluye piezas de sus maestros: Ignacio Marquina Barredo (1888-1981), George F. Andrews (1918-2000) y Paul Gendrop Francotte (1931-1987), tres grandes del estudio de la arquitectura mesoamericana.
“El factor común de los acervos que integran el fondo, que lleva el nombre de quien habla, se centra en el fenómeno urbano prehispánico. Sin duda, un gran tesoro, al grado de que es imposible disfrutarlo en solitario y debe estar al alcance de todos”, manifestó Villalobos Pérez.
Se presenta, a continuación, un material audiovisual elaborado en el que el propio arquitecto Alejandro Villalobos habla sobre su labor. pic.twitter.com/t680qHSBfF
— INAH (@INAHmx) April 30, 2025
Recordó que fue petición expresa de Marquina y Andrews, que él preservara sus archivos, pero con la advertencia clara de los deudos: “si no vienes por ellos, se los lleva el basurero”. Mientras que el de Gendrop, es una copia de su acervo documental, por la que, a finales de la década de 1980, pagó 323 dólares.
“El contenido del fondo es excepcional, como sus autores. Su organización contó con contribuciones que nos hicieron cambiar muchos códigos y criterios de clasificación”, anotó al agradecer el apoyo de sus alumnos de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), del INAH.
“No puedo ser más que generoso, como la vida ha sido conmigo, con el obsequio de los maestros que me formaron. Por lo cual, este acervo al permanecer en el Museo Nacional de Antropología, regresa al origen. Cumplir nuestra cita con la historia académica, institucional, es desafiar al porvenir”, expresó Villalobos.
El director del INAH, Diego Prieto, detalló que el Fondo Alejandro Villalobos del Archivo Nacional de Arqueología, se constituye por 45 mil 544 unidades documentales, entre publicaciones, folios, planos, fotos, pruebas de impresión, diapositivas, láminas, hojas de contacto, perspectivas, colecciones, copias, negativos y otros. De ese total, 20 mil 726 unidades documentales son producto del trabajo de Villalobos.
Reiteró que, a partir de hoy, “este fondo, de carácter histórico, se incorpora al repositorio que resguarda la memoria de la arqueología en México, donde se conservan importantes acervos, como el de la Dirección de Monumentos Prehispánicos, recientemente inscrito como Patrimonio Documental de nuestro país, ante la Unesco; o los de Jorge Acosta, Florencia Müller, Román Piña Chan y Enrique Nalda, entre otros.
“Se trata de un aporte relevante para la comunidad académica del INAH, pero que también es de interés para todas y todos los estudiosos nacionales y extranjeros de la arquitectura, arqueología y conservación arquitectónica”, puntualizó el antropólogo.
Alejandro Villalobos donó sus colecciones al Archivo Nacional de Arqueología
La directora de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Mónica Cejudo Collera, destacó la transdisciplina que ha caracterizado la carrera del profesor-investigador Alejandro Villalobos, inculcando un paradigma fundamental: “El objeto arquitectónico es objeto arqueológico. Los arquitectos somos, y deberíamos ser, más arqueólogos, y viceversa”.
Al respecto, quien fuera su discípulo, el arquitecto perito del INAH, Armando Michaus, expuso que Villalobos sabía conciliar los núcleos duros de la arqueología y la arquitectura:
“Decía, de manera poética, que los arquitectos en Mesoamérica, particularmente en Teotihuacan, eran fabricantes de sueños. Nos transmitía que vivir en comunidad, era la manifestación de un mismo esfuerzo; que la conceptualización de la arquitectura en sus vertientes de habitabilidad, expresividad, funcionalidad y constructividad, era reflejo de la cosmovisión y organización social”.
Por su parte, el arquitecto Estanislao Labra y del Moral, la arqueóloga Rosa Reyna Robles y, su hijo, Tarek Villalobos Cacho, hablaron, respectivamente, del trabajo gremial realizado por el homenajeado para constituir el Sindicato Nacional de Arquitectos Conservadores del Patrimonio Cultural (del que fue secretario general); del novedoso enfoque metodológico de su tesis doctoral: Urbanismo y arquitectura mesoamericana, y del hombre apasionado por el conocimiento.
Una muestra de los materiales donados, referente a 70 dibujos reconstructivos y planos de urbes prehispánicas, realizados por Ignacio Marquina, se exhiben en el patio de la segunda planta del museo.