—Anda fuera de ruta —dijo el agente de tránsito cuando Serafo bajó el cristal para atenderlo y se orilló.
—Pus sí mi camión no es de carga, ni ando ruleteando, ni soy chofer de pasajeros. Nomás anda usté viendo a quién friega, oficial —retobó Serafo—. Deje, me orillo a la orilla.
El motociclista se acercó con el block de las infracciones y el bolígrafo prestos, oculto tras las gafas oscuras.
—Muéstrame tu licencia de manejo —ordenó.
Serafo echó mano a la guantera y extendió la credencial que lo acredita como chofer. El agente la tomó y caminó alrededor de la unidad para inspeccionarla y agregar motivos a la inminente multa.
—¿Traes facturas de esa mercancía? Puede ser robada…
—Ps qué pasó, mi oficial: no andaría tan campante paseándola frente a sus bigotes, oficial…
—Tu licencia, mano: no me quieras dormir con tu rollo…
—N’hombre, pus cómo cree… Aquí tiene.
El oficial dio una vuelta más alrededor del camión y fingió anotar algo en su block…
—Tarjeta de circulación –solicitó el agente–. Y oríllate a la orilla. Enciende los cuartos traseros.
—Están encendidos, jefe. Sin falla.
—Pues no encienden.
—Ah, chingá: cómo de que no…
—Ven a ver, que no soy tu mentiroso…
—Nomás es un foquito, mi oficial: ni se nota —alegó en vano Serafo.
—Pedí tu tarjeta de circulación, no me quieras marear…
—N’hombre, cómo cree que haría eso, mi jefe. Por aquí anda esa cosa.
—¿Traes la factura de la unidad?
—Dónde cree usted. Esa nomás cuando paso revista: me asaltan y se llevan facturado el camión. Cómo cree, oficial…
—Y cómo sé que no es robada la mercancía o el camión.
—No sería tan güey para jugarle al vivo, mi oficial, pus qué pasó…
Mostró lo requerido y agregó un billete…
—Hombre, si no ando pidiendo limosna. Revisa bien lo que te pedí.
—Está pobre la patria, mi oficial: ai pa’ la otra me reporto como es debido…
—Eso dices y nomás no se ve claro, mai. Ponle fuerza a tus remisiones; si no ando pidiendo limosna, te dije.
—Ya quisiera yo del diario esta limosna, oficial. Aunque sea p’al chesco.
—Soy de presión alta y propenso a la diabetes. El doc me dijo que tome güisqui, no refrescos porque suben l’azúcar.
—Pus ai coopero p’al frasco, mi oficial: cómo la ve…
—No alcanza ni pa’ la metanformina con los Similares. Ponle valor a tus facturas, conductor: cómo así de miserable.
—Deje que mejore el día, oficial, y le entramos al entre.
—No hay tregua, conductor: es ya o ya, hoy: ahorita.
—Cálmela, oficial: cálmela y nos va bien a todos. Al retorno me reporto.
—Al ratito estará la unidad en el corralón y de ahí sale más caro salir; ya sabe, conductor.
—Si ya sé. Pero al ratito caen las propinas y me reporto, me cae…
—Hoy es ya o extiendo la multa, para qué darle largas al asunto, conductor. Abrevia y todos tranquis.
—Sí abrevio, pero es todo lo que traigo. A la otra me pongo guapo, por ésta que me reporto, mi oficial…
—Ponle más vitaminas al reporte, pus si no es limosna. Y muévete, que estorbas la circulación y es otra infracción.
—Cómo pasa a creer eso, oficial. Deme tregua y no se arrepentirá. Hoy por mí, mañana…
—No hay mañana. Mejore la oferta o no hay de limón.
—Sereno, oficial, sereno. Deje que salga p’al chivo y coopero para la causa. Neta.
—Te voy a serenar con la multa. Y si tantito me apuras viene la grúa y te vas p’al corralón. Tú dices.
—Serenos y amanecemos, mi oficial, serenos y nos arreglamos.
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— Emiliano Pérez Cruz (@perecru) September 13, 2022