El dibujo de Aurora Reyes externa la mirada y sensibilidad de una artista siempre atenta a su entorno, que luchó por la educación y los derechos de las mujeres, lo cual se puede explorar en la muestra Arte y lucha. Aurora Reyes (1908-1985), con 300 piezas que actualmente se exhiben en el Museo Nacional de San Carlos, con trabajos inéditos y poco conocidos.
Para el cocurador de la exposición, Mariano Meza Marroquín esta es la oportunidad para acercarse a una artista poco explorada, entenderla desde su activismo, pero, sobre todo, conocer su extraordinaria habilidad dibujística, aspecto que quiere subrayar la exposición: “El dibujo en Aurora Reyes representa la posibilidad de crear. Ella fue una artista que tuvo la necesidad de trabajar, no solo fue maestra, tuvo cargos de inspectora, fue difusora del feminismo, entre otros proyectos por los cuales trabajó, lo cual le dejaba poco tiempo para dedicarse a la creación artística”.
El investigador explicó en entrevista que es quizá el género del retrato donde se resumen búsquedas y exploraciones que para la chihuahuense fueron importantes, como se observa en los bocetos del mural Constructores de la cultura nacional (1962) que pintó para el Auditorio 15 de Mayo del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), donde aparecen rostros clave de la historia, desde Nezahualcóyotl, pasando por sor Juana Inés de la Cruz, hasta José Vasconcelos, Diego Rivera y José Clemente Orozco.
“La exposición inicia con rostros y termina de esa manera, porque ella entendía el valor que tenían dentro de la representación. Reyes fue una observadora muy atenta de su entorno y del trabajo de sus contemporáneos, por ejemplo, en los bocetos de 1962, que se exhiben por primera vez en conjunto, se puede ver el retrato de José Vasconcelos con dos perfiles: el joven, que representa su etapa al frente de ese gran proyecto educativo y cultural que encabezó en la Secretaría de Educación Pública (SEP), y el viejo, que expresa su última etapa, quizá la más radical.
“Si se observan con atención los bocetos de Diego Rivera y José Clemente Orozco, uno se puede percatar que están retratados con los estilos que desarrollaron cada uno, lo cual nos dice dos cosas: por un lado, está haciéndoles un homenaje; por otro, que ella los conocía y los había estudiado a cabalidad”.
Aurora Reyes, con vocación de dibujante
Y es que, a diferencia de otros artistas de su época, quienes dejaron el dibujo para dedicarse solamente a la plástica, Aurora Reyes encontró en esta técnica una vía que le permitió crear todo el tiempo, como se ve en el conjunto de 34 retratos con que inicia la exposición, Apuntes en juntas de trabajo (1935-1955), el cual pertenece a su archivo personal y se expone por primera vez.
“Para nosotros era importante exhibirlo como un solo conjunto, porque es una especie de bitácora visual que ella realizó en las juntas que tuvo dentro del magisterio y su activismo, que expresan, de alguna manera, su sentir. Incluso, pueden pensarse como una pieza de arte contemporáneo, cuyo registro sería precisamente este, el cual transita muchas características del dibujo, el volumen, los claroscuros y que abarcan desde representaciones muy realistas hasta una caricatura muy detallada”.
El recorrido también aborda otras facetas de la artista: “En la plástica mexicana estamos acostumbrados a ver los cuerpos femeninos y las maternidades a partir de la visión masculina, pero en Aurora Reyes vemos una visión distinta, apartada de esa idealización, con cuerpos muy volumétricos, que recuerdan mucho a la escultura, como sucede en la acuarela Feminidades (1930), que, al parecer ser, es un estudio preparatorio para mural, con un estilo muy contemporáneo y vanguardista”, detalló.
Revolucionaria y de caballete
Considerada como una de sus mejores obras de caballete, se expone el óleo Escena revolucionaria (1935): “Ella realizó solamente cerca de 50 obras de caballete, de las cuales se han rastreado alrededor de 15 piezas”.
Además de presentar una de sus pinturas más emblemáticas, La novia de oro (1955), el recorrido incluye una serie de gouaches inéditos realizados en 1950: “Son piezas que no habían sido consideradas como obras de arte y se basan en las máscaras que ella coleccionó durante sus viajes a los estados como inspectora de la SEP”.
Por primera vez también se develan los dibujos preparatorios o bocetos para sus murales, como el primero, realizado en 1936, Atentado a las maestras rurales, donde se puede comprobar su calidad dibujística: “Uno puede apreciar sus trazos, la manera en que trabaja las luces y sombras por medio del achurado. Pero, lo que le interesó, fue destacar la forma de los cuerpos a través de trazos curvilíneos, que quizá venga de una observación sobre la escultura; por otro lado, hay un trabajo sobre la figura femenina, la cual explora a través de un escorzo muy geométrico.
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Arte y Lucha. Aurora Reyes (1908-1985), es un recorrido por más de 300 piezas que consideran diversas facetas de la artista y que invitan a descubrirla a través de óleos, acuarelas, dibujos, fotografías, documentos personales y bocetos.
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— Museo Nacional de San Carlos (@museo_sancarlos) June 28, 2024