En Boston, hace 175 años, una facultad de medicina abrió sus puertas a las mujeres y doce se matricularon. Hoy unas 52 mil mujeres estudian para ser doctoras en Estados Unidos y de hecho el número de ellas supera al de hombres inscritos.
Desde que el 1 de noviembre de 1848 abriera sus puertas la facultad de medicina Boston Female Medical College, la primera del mundo para mujeres, esa ciudad se ha convertido en un centro de innovaciones médicas que atrae a miles de estudiantes.
En Estados Unidos hay 350 mil mujeres doctoras en medicina en ejercicio y sus logros no sólo suponen un empoderamiento económico, sino que también ayudan a mejorar los resultados para los pacientes.
“Hemos demostrado que los resultados son mejores cuando se trata de un grupo diverso”, afirma la doctora Jennifer Tseng, cirujana jefa del centro médico Boston Medical Center, el hospital universitario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. “Especialmente en operaciones de alto riesgo, uno quiere asegurarse de que hay diversidad de pensamiento para llegar a la mejor decisión”. Las doctoras, mujeres cirujanas, dice, “pueden marcar realmente la diferencia”.
Fusión, inclusión y doctoras
La Universidad de Boston, que se fusionó con la facultad femenina Boston Female Medical College en la década de 1870, se enorgullece de la conexión de su institución con la vanguardia de las oportunidades académicas para todos los estudiantes. En 1864, la primera mujer negra doctora en medicina, Rebecca Lee Crumpler, se graduó en la facultad y empezó a ejercer en Boston centrándose en las comunidades afroestadunidenses que habían sido ignoradas por el estamento médico. Y en la década de 1870, las facultades fusionadas admitieron a uno de los primeros estudiantes de medicina indígenas de América del Norte, Ohiyesa, de la tribu santee dakota.
Kaye-Alese Green, estudiante de tercer año de medicina en la Universidad de Boston, dice que parte de la razón por la que eligió asistir ahí fue por su historia de inclusividad. Le gusta el hecho de que la facultad trate de formar doctoras que se esfuercen por prestar una atención sanitaria de calidad a todo tipo de pacientes.
Especialidades y cifras
Las especialidades mejor pagadas en Estados Unidos, como neurocirugía, cirugía torácica y cirugía ortopédica, siguen estando predominantemente dominadas por hombres, mientras que las mujeres es más probable que elijan especialidades peor pagadas, como dermatología, pediatría u obstetricia.
Pero incluso en éstas se están produciendo cambios: en los últimos 10 años de los que hay datos disponibles la proporción doctoras en puestos de neurocirujano y cirujano torácico casi se duplicó, según la Asociación de Facultades de Medicina de Estados Unidos.
La doctora Tseng es testigo de grandes contribuciones de las mujeres en este campo y señala que 60 por ciento de los residentes en cirugía de la Universidad de Boston es de mujeres.
Si bien Green, ahora estudiante de medicina de tercer año, aún no se encuentra en la etapa de residencia hospitalaria de su formación, ya está pensando en qué especialidad elegirá cuando llegue a ese punto. “Me encanta la cirugía”, dice.
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