La embajada de Serbia en México presentó la exposición Caleidoscopio de Serbia. Kílim de Pirot para mostrar la gran riqueza de creatividad, tradición y cultura serbias y la relevancia de estos tejidos tradicionales dentro de las familias, así como su significado como símbolo nacional.
La muestra fotográfica compuesta por 20 imágenes de gran formato ofrece un acercamiento a los kílims usados como ornamentos que pueden cubrir superficies del interior, como el suelo y la pared, además de cubrecamas, fundas para sillones y almohadas, manteles, cortinas, bolsos de mano, tejidos para cinturones y tejidos de oración, los cuales se extienden a las raíces de las creencias sobre la protección espiritual del pueblo, de las familias y de los individuos.
Milos Markovic, encargado de negocios de Serbia en México, recordó que esta es la cuarta exposición que se abre al público en este espacio, entre ellas, una sobre los monasterios mediavales serbios inscritos en la Lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, otra acerca del científico serbio Nikola Tesla y la más reciente sobre la biodiversidad y áreas naturales protegidas.
“Este año, Serbia y México marcan 79 años de relaciones diplomáticas y, espero que el año siguiente, vamos a tener la oportunidad de presentar una quinta exposición con motivo del 80 aniversario de relaciones diplomáticas entre nuestros países”, dijo antes de ofrecer un recorrido por la muestra fotográfica donde compartió detalles sobre el origen, significado, creación y utilidad de los kílims.
Los visitantes podrán conocer estas piezas que, entre otras características, destacan porque su anverso y reverso son idénticos y están elaborados con una técnica específica del tejido, son lisos, se tejen siempre a partir de una sola pieza debido a que se producen en un telar vertical especial de Pirot, ciudad del sureste serbio, con un tapiz de más de cuatro metros de ancho y una longitud ilimitada, pues los telares se pueden hacer a medida.
Kílim de Pirot, originarios del mar Caspio
Su historia se remonta a finales del siglo II y principios del siglo III a. C en la zona del mar Caspio. Comenzó a ser utilizada desde el siglo XVI después de la dominación turca; se originó de una manta de caballo que se colocaba debajo de la silla de montar.
Estos tejidos están protegidos por una indicación geográfica de origen desde 2002 y, desde 2012, están inscritos en el Registro Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial de Serbia.
El público conocerá, por ejemplo, que el kílim tiene una función muy importante en la vida social en Serbia. Dentro de las casas, es punto de eventos, acuerdos, contratos, reconciliaciones, pues sobre ellos la gente fraternizaba, negociaba matrimonios, se dejaba de herencia a los descendientes y era una parte indispensable de la dote de una mujer para su matrimonio.
Desde el siglo XIX, el kílim de Pirot se convirtió en un símbolo de estatus para ocasiones especiales y solemnes, días festivos y celebraciones para decorar escenarios en eventos políticos y culturales, considerándose un símbolo nacional. En casas ricas y en la corte real es una decoración insustituible y se utiliza como regalo exclusivo para dignatarios.
Entre algunas de las figuras y símbolos en su ornamentación más utilizados, generalmente geométricos, se encuentran representaciones del árbol de la vida, guirnaldas, una tortuga, la cual incluso se encuentra en el escudo oficial de la ciudad de Pirot, y otras más basadas en leyendas de la mitología eslava precristiana, de motivos autóctonos de animales como un pulpo, una tórtola turca, flores como una rosa, o Nizam, una figura masculina de un soldado turco, entre muchas otras.
La exposición Caleidoscopio de Serbia. Kímil de Pirot permanecerá abierta hasta el lunes 30 de junio en el Paseo de las Culturas Amigas, espacio de exhibición del programa Galerías Abiertas, localizado en el camellón de Avenida Paseo de la Reforma, entre la Glorieta del Ahuehuete y Avenida Insurgentes, frente a Reforma 222.
«La embajada de Serbia en México nos comparte la gran riqueza, creatividad, tradición y cultura de su país a través de los kílims, tejidos tradicionales decorativos muy importantes para las familias por su significado y por ser considerados Patrimonio Nacional.
“Las bellísimas alfombras o kílims que se elaboran en Pirot, una ciudad al sureste de Serbia, nos deleitan, nos emocionan, nos hermanan como pueblos artesanos que, a lo largo de siglos, han resguardo y transmitido sus cosmovisiones, su arte y sus habilidades, de generación en generación como sucede también en muchas comunidades de nuestro país destacadas en la producción de alfombras y tapetes, como Temoaya, en el Estado de México y Teotitlán del Valle, en Oaxaca», dijo Rocío Lombera, coordinadora de Asuntos Internacionales del Gobierno de Ciudad de México.
Hemos inaugurado la exposición «Caleidoscopio de Serbia» en el Paseo de las Culturas Amigas en el siempre bello Paseo de la Reforma, Ciudad de México. Hasta el 30 de junio del año en curso, las y los visitantes podrán conocer más acerca de la historia, la elaboración, los… pic.twitter.com/ILiSehSy4j
— Serbia in Mexico (@SRBinMexico) May 9, 2025