Jorge Flores Manjarrez (Ciudad de México, 1968) considera que el cruce entre caricatura y rock está en la libertad con que se expresan, la primera como hija bastarda de la pintura, el segundo con la misma condición frente a la música clásica, por lo que ha dedicado décadas a cultivar el trazo para retratar a leyendas que van desde Miles Davis hasta Jim Morrison, de David Bowie a Bono.
Crédito: EspecialAhora, desde su papel no sólo de creador sino de cabeza de la Asociación Mexicana de Caricaturistas, ha emprendido otro viaje a Nueva York para exponer por cuarta vez en la Gran Manzana, desde aquella primera colectiva en 1999, otra en el Boom Fest en el Bronx, donde Alex Lora se tomó una foto con el grafiti que le hizo Manjarrez, hasta la actual, inaugurada el pasado domingo en The East Harlem Gallery, que consiste en dos espacios.
Crédito: EspecialUno se llama “Humor sin Fronteras”, en la que participan, además de Jorge, sus colegas Boligán, Chubasco, Rocha, Alarcón, Rictus, Kemchs y hasta el difunto Ahumada, entre quince participantes, mientras que en el otro, en solitario, Manjarrez presenta su serie “I Love Rock”, que estará abierta al público del 20 de octubre al 20 de noviembre.
El también colaborador de Fusilerías con su espacio “Encuentros imposibles” considera que si bien la caricatura es más vieja que el rock, ambas expresiones contienen ese híbrido que todo lo permite mezclar, con muchas técnicas, ritmos y movimientos, por lo que son el terreno ideal para explotar sus dos pasiones: el trazo y la música.
“Decía Pablo Picasso que si llegaba la inspiración, casi siempre lo encontraba trabajando, y por eso uno sigue aprendiendo, me sigo dejando inspirar por los clásicos y por los nuevos artistas gráficos, siempre encuentro cosas nuevas, y el trabajo gráfico tiene magia en cuanto uno va avanzando. En ocasiones surge la magia y ahí queda plasmada en un lienzo, inspiración y trabajo arduo van de la mano si en verdad te apasiona tu oficio”, dice Manjarrez, que está de vuelta en Manhattan para exhibir su arte.
Dalí, Michael Jackson y un ocelote.
“El Capitán Moore convenció al pintor para que salga de su ostracismo y vaya a Nueva York a dar una clase magistral por medio millón de dólares…”
Créditos: Jorge Flores Manjarrez (@FloresManjarrez )https://t.co/RG9fettbKs
— Fusilerías (@fusilerias) August 29, 2021
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