Crónica: Noches de petates largos en Cineteca Nacional

Después de dos meses sin cines, ver una película al aire libre es festín
Cineteca Nacional

Que la película fuera Cuartelazo quizás nomás resultó pura coincidencia. La Cineteca Nacional estaba de petates largos la noche del viernes 19 de febrero por su nueva reapertura; déjà-vu después de dos meses de cierre por la pandemia de covid-19 que ya la había mantenido en receso de marzo a agosto de 2020 y que otra vez la puso en cuarentena desde el 19 de diciembre pasado, en plena época navideña.

Centenar y medio de personas, la mayoría menores de 35 años, se acurrucaron solos o en pareja sobre los petates para atestiguar al aire libre el asesinato del senador Belisario Domínguez, aunque ahora no dentro del panteón de Xoco, vecino indeleble de la Cineteca, sino sobre lo que antes fue estacionamiento y, desde la remodelación de hace una década, pastito para los amantes del cine gratis.

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Cineteca NacionalLos petates, por cierto, también tienen su historia: en 2018 fueron escándalo cuando se difundió en la prensa que la Cineteca había comprado 2 mil petates de palma a 285 mil 418 pesos, para la exhibición del multipremiado filme Roma, de Alfonso Cuarón, en los jardines del Complejo Cultural Los Pinos.

Ahora había visibles 70, que fueron butacas horizontales a cielo abierto para acoger a todos los asistentes con cubrebocas a la función extraordinaria de Cuartelazo. Verla en plena pandemia, un lujo.Cineteca Nacional

Para el grueso de cinéfilos de a grapa parecía novedad la menos pública película de Alberto Isaac —el de Tívoli, la pachequesca Mariana, Mariana y las rulfianas En este pueblo no hay ladrones y El rincón de las vírgenes—, filmada en el 76, en las postrimerías del echeverrismo. Tampoco se antojaba que fueran familiares la Decena Trágica, los asesinatos del presidente Francisco I. Madero (¿por qué en él sí sonará positivo llamarle El Apóstol de la Democracia?) y del vicepresidente José María Pino Suárez, el gobierno espurio de Victoriano Huerta o el crimen de Estado en Xoco. En cambio, seguro sí se vio familiar la clase política que respaldó el cuartelazo, por la actual postura de oposición e intelectuales.

Pero ahí estaban en la Cineteca Nacional, a la espera del filme, como si de otro estreno de Star Wars o The Avengers se tratara.Cineteca Nacional

Cuentan que se enteraron por las redes sociales (ya casi nadie parece informarse en los periódicos). Desde temprano la cuenta en Twitter de la Cineteca Nacional había anunciado la esperada reapertura, aunque tras dos meses de encierro y un año de pandemia —que se cumple en tres semanas–, las funciones se anticiparon solo para el foro abierto, sólo tres, solo fin de semana y sólo de cine mexicano.

Hasta ahora no se informó si la reapertura se extenderá a las siguientes semanas y a salas cerradas.Cineteca Nacional

Desde antes de las 18 horas ya había fila para entrar –valga la expresión tratándose de cine al aire libre– modesta, pero fila al fin. El personal de Cineteca daba los últimos toques sanitarios a los famosos 70 petates de casa, ya acomodados con sana distancia entre ellos en la explanada de pastito. Y uno no podía dejar de recordar el inicio apocalíptico de la película de Terry Gilliam Twelve Monkeys, cuando hombres con trajes de protección antivirus desinfectan al protagonista-héroe James Cole (Bruce Willis).

Después de que los hombres de blanco encapuchados limpiaron los petates, la fila avanzó. No más de tres personas por petate, se advertía mientras uno desfilaba ante el gel de alcohol y el oxímetro. Como desde la primera reapertura de agosto en la pandemia, la Cineteca Nacional y su personal han extremado precauciones ante el coronavirus, cumpliendo los estrictos protocolos de distancia y sanidad. No fue la excepción al aire libre. Los 70 petates estaban a más de metro y medio lejos uno de otro, para albergar en ellos a alrededor de 150 visitantes que protagonizaron la secuela de reapertura del recinto.

Unos abrazados, otros chateando con sus celulares, otros pidiendo o comiendo palomitas, otros a la expectativa, así recibieron las primeras imágenes del Cuartelazo, con la exhumación de los restos del senador Belisario Domínguez en el panteón de Xoco, asesinado por órdenes del golpista Victoriano Huerta (que por cierto interpreta el actor Bruno Rey, tan parecido al gallardo gobernador de Jalisco Enrique Alfaro), a manos de Gilberto Márquez, Alberto Quiroz, José Hernández Ramírez y Gabriel Huerta. Como nunca falta en el cine, un periodista preguntaba si era cierto que al chiapaneco le habían cortado la lengua, en alusión a la historia en brumas de que el médico Aureliano Urrutia Sandoval, secretario de Gobernación de Huerta, había mutilado a don Belisario y enviado el apéndice al dictador.Cineteca Nacional

Hubo algunas parejas que no aguantaron los pedazos de historia que Alberto Isaac montó en su Cuartelazo y abandonaron la libertad del aire libre para volver a la pandemia real, muy pocos se fueron, la verdad. O quizás se fueron porque no soportaron a los camarógrafos de televisión que, como siempre impertinentes, enfocaban sus cámaras y reflectores sobre los asistentes a la reapertura de la Cineteca Nacional.Cineteca Nacional

Ironías de la vida. Cuartelazo, que tácitamente rinde homenaje a Belisario Domínguez, símbolo de la libertad de expresión, resultó en esta oportunidad tributo póstumo al actor que lo encarna, Héctor Ortega, que murió el 3 de junio de 2020, en pleno ascenso de contagios y muertes por covid en México.Cineteca Nacional

Ortega, que hizo alrededor de 40 películas, de hecho participó en otros clásicos de Isaac, entre ellos Mariana, Mariana, Tívoli y El rincón de las vírgenes. Justo este sábado 20 de febrero la Cineteca Nacional vuelve a abrir para recibir en sus petates nuevamente al público y proyectarle esta cinta protagonizada por Emilio Indio Fernández y Alfonso Arau, basada en el cuento de Juan Rulfo, Anacleto Morones. Y cierra el domingo con La pasión según Berenice, de Jaime Humberto Hermosillo.Cineteca Nacional

Al final de la función, los asistentes deben cargar los petates y amontonarlos todos para su resguardo. Después de dos meses sin cines, con las salas de Cinépolis y Cinemex cerradas, con la Cineteca Nacional sin operación, ver películas sobre petates de palma al aire libre es festín con manteles largos.

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