La Cineteca Nacional presenta una retrospectiva en homenaje a Ado Arrieta (Madrid, 28 de agosto de 1942), uno de los cineastas más singulares e influyentes del cine independiente europeo.
Del 17 al 27 de octubre, el público podrá disfrutar de una selección de obras clave del director, desde sus primeras incursiones en el cine underground hasta sus trabajos más recientes.
Ado Arrieta, descrito como un cineasta liminar, apátrida y subterráneo, ha sido comparado con el espíritu del punk por su amigo Severo Sarduy.
Formó parte del ilustre París de los años dorados del cine underground, y es hoy en día uno de los últimos directores para los cuales el término «independiente» mantiene su significado más puro.
Ganador de múltiples premios y reconocido tanto por los primeros Cahiers du Cinéma como por los actuales Inrockuptibles, Arrieta ha construido una carrera fuera de la academia, rompiendo las reglas y creando un cine libre y provocador.
La retrospectiva incluirá cuatro largometrajes:
- Las intrigas de Sylvia Couski (Francia, 1975)
Considerada la primera película underground parisina, esta obra explora el París de 1973 a través de un relato de intrigas, ángeles y hadas encarnados en cuerpos travestidos.
- Flammes (Francia, 1978)
Arrieta revisita temas de inocencia y deseo en este filme experimental, considerado por el propio director como su mejor obra.
- Merlín (España, 1991)
Adaptación de la obra de Jean Cocteau, este filme presenta una versión subversiva del mago Merlín y una exploración de temas como el deseo y la realidad.
- Bella durmiente (Francia-España, 2016)
Una innovadora relectura del clásico cuento, en la que Arrieta traslada la historia al siglo XXI con un toque de humor y romanticismo.
La programación también incluirá una selección de cortometrajes y mediometrajes que abarcan desde los inicios de su carrera hasta proyectos más recientes, ofreciendo una visión completa de su estilo único, onírico y profundamente poético.
Sobre Ado Arrieta
Ado Arrieta ha sido siempre un cineasta liminar, apátrida, subterráneo; un director punk, como dijo de él su amigo Severo Sarduy. Lo era en el París ilustre de los años dorados del underground, en el que realizó gran parte de su obra, y lo es hoy, autofinanciando sus nuevas películas, ya que es el último cineasta para el cual el calificativo “independiente” sigue manteniendo su sentido intacto.
Autor de una obra rica y prestigiosa, ganador de numerosos premios y galardones, fue celebrado por los primeros Cahiers du Cinéma y lo es ahora por los Inrockuptibles. Para Arrieta el cine ha sido siempre un juguete maravilloso, una llave que le permite abrir las puertas prohibidas.
Fascinado por las posibilidades creativas de la imagen, Ado comenzó a grabar desde que era pequeño, con una cámara de 8 milímetros que años más tarde se transformaría en una de 16. Con ella inició su carrera, fuera de la academia y de toda norma.
Rompió las reglas e inauguró el cine libre que la España franquista parecía necesitar (sin saberlo). Amigo íntimo de Marguerite Duras, que le prestaría su casa para filmar la gran Le château de Pointilly (1972), y celebrado por Jonas Mekas por su particular estética, Arrieta ha logrado preservar su espíritu insurrecto, dándonos en el camino las historias necesarias para cuestionar la hegemonía del cine comercial.
Ahora, una vuelta a sus orígenes y a algunas de sus películas más relevantes, nos permiten entender lo deslumbrante de su ingenio que parece crecer con los años y transformarse sin culpa, como su propio nombre.
Cineteca Nacional presenta retrospectiva al mundo onírico de Ado Arrieta
🎞️ Del 17 al 27 de octubre, la @CinetecaMexico presenta una retrospectiva dedicada al cine experimental de Ado Arrieta, autor de películas que combinan fantasía, poesía y subversión
— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) October 16, 2024
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