El cineasta Javier Ávila conoció la historia de Cintia por un periodista, el único que se había interesado por el asesinato de la joven y de la lucha de su madre Arcelia y su hermana Bertha por justicia en Tijuana. Durante tres años se dedicó a escuchar a ambas para su tercer largometraje, Niña Sola (2019).
Cintia Patricia Calderón Verduzco, de 19 años, fue atacada a puñaladas mientras dormía en su casa, en el fraccionamiento Villa del Campo, una barriada marginal de la delegación La Presa, en Tijuana, Baja California, mientras el país se aprestaba a celebrar un aniversario más de la Independencia, la mañana del 15 de septiembre de 2016. El presunto asesino, Omar Sánchez Puente, ex pareja de su madre, para masacrarla usó el cuchillo con el que la joven había picado la víspera el alimento de su conejo mascota.
Nunca hubo intento de las autoridades por investigar. El homicida está libre, otro asesinato más de una mujer en BC, donde sólo ese 2016, a septiembre, se habían denunciado 67, durante el gobierno del panista Francisco Vega de Lamadrid (2013-2019), para quien esos crímenes fueron “casos aislados”.
Niña sola, que se estrena el próximo viernes 11 de enero en Cineteca Nacional y salas independientes de todo el país, da continuidad a la necesidad de Ávila de tratar de explicarse la violencia en México.
“Todas mis películas hablan acerca de la violencia. Es un tema que me importa mucho. Quisiera saber por qué está tan arraigada en nuestra cultura, en la que las cosas se consiguen a través de la violencia, y es la violencia lo que termina formando nuestro carácter y personalidad. Es un interés, curiosidad, intriga, una necesidad mía de darle una explicación a la violencia”, explica el cineasta en entrevista.
El filme se suma a la ya larga lista de películas que abordan la violencia en México, la violencia de género y su consecuencia más brutal, los feminicidios, sin que las autoridades de los tres órdenes de gobierno se den por enteradas de la crisis feminicida en el país, como las multipremiadas Tempestad (2016) y Noche de fuego (2021), ambas de Tatiana Huezo, y Sin señas particulares (2020), de Fernanda Valdés; o los documentales Las tres muertes de Marisela Escobedo (2020), de Carlos Pérez-Osorio, Camilia. La justicia posible (2021), de Coitza Grecko; la terrible Soles negros (2018), de Julien Elie, o 499 (2021), de Rodrigo Reyes, que, entre otros temas, aborda la violación y el asesinato sádico en 2015 de Fátima Valeria Quintana Gutiérrez, de 12 años, en Ixtapaluca, estado de México, y de la lucha de su madre, Lourdes Gutiérrez, porque el crimen no quedara impune, similar al caso de Cintia y Arcelia.
La historia se la contaron Arcelia Verduzco y su hija Bertha al reportero Saúl Ramírez, del semanario Zeta, y éste la refirió a Javier Ávila, que había realizado otros dos largometrajes desoladores de ficción sobre la violencia en México, Regina (2013) y Bombay (2017), y que decidió convertir en documental.
“Encontré a Arcelia a través de un reportero del semanario Zeta (Saúl Ramírez), que fue el único que se dio a la tarea de entrevistarla a partir del asesinato de su hija Cintia; así fue como llegué a ella,con la intención de conocerla para empezar a desarrollar un proyecto si es que existía el interés. Y precisamente eso fue lo que la motivó: el desinterés de los medios, que no se habían dado a la tarea de enfocarse y darle atención al caso de Cintia. Gracias a eso, empezamos a hacer la película”, explica Ávila, igual guionista de Niña sola, con fotografía de Alejandro Guzmán y edición de Omar Guzmán.
A lo largo de los 90 minutos de Niña sola, Arcelia y Bertha narran sus propias experiencias de abusos, además del crimen que frustró la vida de Cintia, una hermosa joven que estaba a cuatro meses de entrar a estudiar Derecho a la Universidad Autónoma de Baja California, con la aspiración de dedicarse profesionalmente en el futuro como abogada a defender mujeres afectadas por la violencia de género.
Su presunto asesino, Omar Sánchez Puente, golpeaba salvajemente y amenazaba a su madre durante casi una década de relación sentimental, y esta decidió dejarlo. Los celos se agudizaron. Aunque él no aparece en el filme de Ávila, su carácter violento y celoso se perfila a través de los testimonios de Arcelia y Bertha. El desenlace de esa historia de abuso terminó con el asesinato de Cintia, en su cama.
Javier Ávila conoce bien Tijuana, ahí nació en 1988, sabe cómo los asesinatos y, en especial los homicidios perpetrados sobre mujeres, los feminicidios, se han apoderado de la historia reciente de la ciudad fronteriza. Pero decidió no hablar de estadísticas, sólo dejar hablar a Arcelia y a Bertha, y les prestó sus ojos para acompañar los relatos con imágenes de ese municipio, de Villa del Campo, del contexto de violencia y falta de autoridad que son el caldo de cultivo para los crímenes y la impunidad.
“Realmente eran ganas de experimentar, de hacer una película lo más libremente posible, en el sentido de que no se parte de un guion sino de estas entrevistas, que no se hicieron con base en cuestionarios, eran pláticas. Estas imágenes son el resultado de varias exploraciones, no me interesaban recreaciones a partir de las palabras que se van enunciando.
«En resumen, fue una forma de experimentar, con la intención de retratar lo cotidiano, los espacios públicos y privados de esta familia”, expone el cineasta.
“La sensación que Arcelia me transmitió en esas conversaciones, mientras realizaba labores cotidianas de su vida, era que estaba deshecha por dentro, pero que no podía derrumbarse. Tenía que seguir con su trabajo, con las labores de su casa, no tenía otra opción, ella cuida a sus nietos (los hijos de Bertha), había más personas que seguían dependiendo de ella, por eso no podía dejar de hacerlas”, narra Ávila.
En el documental no hay cifras, documentos, ni siquiera autoridades policíacas o judiciales; hay un vacío legal como el que a juicio del realizador existe en barrios tipo Villa del Campo, en una ciudad de Tijuana donde en lo que va del año fueron asesinados a tiros en solo una semana de enero dos periodistas a la puerta de sus casas: el fotógrafo Margarito Martínez y la reportera Lourdes Maldonado.
“Es un documental personal, no sobre estadísticas ni reportes policíacos, me quise alejar de eso. Sólo trate con las personas que son víctimas, no estar hablando de estadísticas, no había interés de enfocarme en eso. Me bastaban los testimonios de ellas y tratar de entender el mundo en el que viven”.
Ávila refuerza con palabras el contexto que sus imágenes desglosan en Niña sola, en las que se evidencia el desdén de autoridades municipales de Tijuana y estatales de Baja California por investigar los asesinatos de mujeres, que se ocurren en promedio 24 por mes en toda la entidad –de acuerdo con el seguimiento y recuento que da Zeta–, ahora gobernada por la morenista Marina del Pilar Ávila Olmeda.
“En Villa del Campo cada quien se hace la ley que quiere. En todo el tiempo en que estuvimos ahí no vimos ni topamos a ningún policía. Es una colonia así de pesada y de peligrosa, que tiene varios puntos de venta de droga, que le da libertad a las personas de hacer lo que quieran. Está olvidada, como que se les dejó a que le hicieran como pudieran entre ellos. Eso se traduce en la falta de voluntad de la autoridad para perseguir al culpable. Ese es el contexto de esta familia y de esa comunidad.
“El título Niña sola viene a partir de un comentario que hace Bertha, hermana mayor de Cintia, precisamente refiriéndose a la inseguridad de Villa del Campo».
«Ella decía que las madres no deberían dejar solas a sus hijas. Fue como una conexión de palabras: hay muchas personas jóvenes, niños, niñas, en Villa del Campo. Y también conecté el comentario con el hecho de que Cintia estaba sola en su casa cuando Omar entró y la asesinó”, refiere el cineasta tijuanense sobre el punto de partida de su filme.
También te puede interesar:
‘The Power of the Dog’ encabeza las nominaciones al Oscar
Ellas solo buscan que este terrible crimen no quede impune…
Ven HOY a Cinemex y vive el estreno de #NiñaSola, un impactante documental que nos dejará mucho de qué hablar…
Compra tus boletos ? https://t.co/nPvk8fwhQX pic.twitter.com/H7lY59dVkx— Cinemex (@Cinemex) February 10, 2022