En muchos hogares de Estados Unidos no hay Navidad sin ver El cascanueces; este ballet ruso es una de las tradiciones navideñas favoritas de millones de personas, grandes y pequeños.
Es fácil entender por qué, con dulces que bailan, un hada de azúcar y un cascanueces que cobra vida para luchar contra un malvado rey ratón.
El ballet se estrenó en San Petersburgo en diciembre de 1892, con la música del compositor del siglo XIX Pyotr Tchaikovsky y la coreografía de Marius Petipa y Lev Ivanov. Se basa en el cuento original de E.T.A. Hoffmann El cascanueces y el rey de los ratones.
Para algunas compañías de ballet estadunidenses El cascanueces” atrae a casi tantos espectadores como el resto de los espectáculos del año juntos.
El Ballet de la Ciudad de Nueva York, una de las principales compañías de ballet del mundo, obtiene alrededor de 45 por ciento de sus ventas anuales de boletos de su representación de El cascanueces, que dura aproximadamente cinco semanas, es decir, más de 100 mil personas ven su producción cada año.
Dado que la producción está protagonizada por muchos niños, las academias de ballet de todo EU también realizan sus propias versiones. Las escuelas atraen a padres, abuelos y jóvenes, introduciendo a muchos al ballet y a una nueva tradición navideña.
“Tenemos miembros de nuestro público que vieron la producción cuando eran niños y que ahora traen a sus nietos a la función”, dijo el director artístico del Ballet de la Ciudad de Nueva York, Jonathan Stafford, a la cadena de televisión PBS en 2021.
Para aquellos que no pueden asistir a una representación en directo, un ritual navideño para muchas familias estadunidenses es ver El cascanueces de Baryshnikov de 1977, protagonizada por Mikhail Baryshnikov. La producción, de 78 minutos de duración, está disponible en muchas estaciones de televisión pública o en servicios de descarga en línea.
A los estadunidenses también les gusta añadir nuevas interpretaciones al clásico: El cascanueces hip hop, que se presenta en varias ciudades, tiene la partitura clásica de Tchaikovsky con bailarines contemporáneos y de hip hop.
Las tradiciones del ballet ruso son un legado en EU
Natalie Rouland, estudiosa de la literatura, la cultura y las artes escénicas rusas, atribuye a los bailarines rusos Sergei Diaghilev, Michel Fokine y Anna Pavlova, entre otros, el mérito de haber introducido el ballet a muchas personas en EU cuando sus compañías hicieron giras por el país entre 1909 y 1929.
Las siguientes figuras clave del ballet estadunidense fueron el coreógrafo George Balanchine y la bailarina Alexandra Danilova, ambos nacidos en San Petersburgo.
Balanchine fundó la Escuela de Ballet Americano en 1934 y el Ballet de la Ciudad de Nueva York en 1948. Danilova entrenó a bailarines de compañías nacionales y locales, como el Teatro Americano de Ballet, el Ballet de San Francisco, el Ballet de Cincinnati y el Ballet de Washington, “en la técnica rigurosa y el repertorio magistral” del sistema teatral ruso, dijo Rouland.
“El arte del ballet ruso ha dejado un legado duradero en el entorno estadunidense, y a través de la tradición ritualista de El cascanueces, su pasado se hace presente cada temporada navideña”.
Las relaciones entre EU y Rusia han pasado por muchas fases a lo largo de los años. A pesar del daño causado a la relación por la guerra de Putin en Ucrania, las tradiciones ruso-estadunidenses consagradas por el tiempo, como El cascanueces, ponen de relieve los continuos lazos culturales entre ambos.
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