El instante*
A Mariane Toussaint
Yo no sé, Marianne,
si el instante se guarda en el tiempo,
o en una caja dorada de interiores brillantes.
Yo no sé si lo que me hace escribir
tiene que ver son esa caja
de llamas infinitas que seduce
a la muerte.
Yo no sé, Marianne, si el instante me robó el otro tiempo
y la ternura del mundo posible.
Yo no sé si lo que se rebela
me salva o me condena.
Yo no sé si es la angustia de mi madre,
el miedo de Magdalena
o la pendejez de la portera
lo que me tiene en ese estado.
Yo no sé si son propios la angustia,
el miedo y la pendejez;
si son los zopilotes que salen de mi corazón
para volar sobre mis textos.
Yo no sé si son los otros
o yo quien me mantiene agonizando.
Yo no sé, Marianne, si el instante
se guarda en el pecho
y se revuelca y se revuelca y se revuelca
para recordarme mi estado pequeño.
Yo no sé, Marianne, qué es el instante,
Yo no sé, Marianne, si lo conozco.
*Este poema se lo escribí a la poeta, mi querida y admirada Marianne Toussaint, en relación con una plática que tuvimos en la Sogem sobre “el instante”, ese momento que esperas porque crees que habrá claridad, plenitud o te llegará una epifanía.