El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Museo Nacional de Costa Rica, que colaboran en la conservación y restauración de esferas de piedra milenarias de la región del delta del Diquís, al sur del país centroamericano, atendieron seis de ellas pertenecientes al periodo Chiriquí (800-1550 d.C.)
La restauración de las seis esferas prehispánicas forma parte del Programa de Conservación de los Asentamientos Cacicales del Diquís, que finalizó su quinta temporada de trabajo en campo el pasado 31 de marzo.
Las labores iniciaron el 14 de marzo en el sitio arqueológico Finca 6, ubicado en el cantón de Osa, y se centraron en dos esferas que mostraban deterioros notorios, mismas que fueron intervenidas en “cirugía mayor”; otras tres con afectaciones menores, a las que se dio mantenimiento y una más, atendida por monitoreo.
La arqueóloga y restauradora de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete”, Isabel Medina-González, y el arqueólogo del Museo Nacional de Costa Rica, Javier Fallas, indicaron que dos esferas requirieron mayores esfuerzos en función de la historia de vida de cada una.
El proceso de conservación y restauración de las dos esferas que requirieron mayores esfuerzos y que 1.91 y 1.92 metros de diámetro, inició con su desenterramiento, dado que como medida de conservación preventiva se mantienen aproximadamente a dos metros de profundidad, mostrando solo sus coronas.
Las esferas presentaban alteraciones derivadas de la constitución de la roca, daños por los cambios de temperatura, humedad y por inundaciones ocasionadas por huracanes y tormentas tropicales, así como las huellas que dejó la Compañía Bananera de Costa Rica, la cual explotó los campos centroamericanos en el siglo XX.
“La intervención incluyó limpieza superficial y estabilización mediante la aplicación de ribetes y resanes de morteros de cal-arena enriquecidos para aumentar ligeramente la dureza, así como la colocación de capas de protección con estos morteros en los lugares pertinentes”, explicó Isabel Medina.
Posteriormente se hizo la reintegración volumétrica y cromática, para luego volver a enterrar los elementos con estratos de geotextil, grava y arena a su alrededor.
“Hemos comprobado que esto permite una homogenización de la temperatura y humedad, evita el contacto con la acidez del suelo arcilloso, e impide el crecimiento de vegetación en las cercanías”, subrayó Javier Fallas al precisar que en esta temporada se hicieron además pruebas con techumbres de protección temporales, a fin de proteger algunas esferas en época de lluvias.
Las esferas del delta del río Diquís son ejemplo de la maestría alcanzada por los escultores indígenas, pues si bien las halladas en Finca 6 datan del periodo comprendido entre el 800 y 1550 d.C., se han encontrado otras que establecen una continuidad histórica desde el periodo Aguas Buenas, que va del 300 a.C. al 800 d.C.
El que muchas de estas obras estén alineadas en dirección este-oeste, en asociación a la salida y la puesta del sol, así como por sus contextos sociales, fue un factor que favoreció el que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, ingresara el sitio a la Lista de Patrimonio Mundial en 2014.
Con el fin de difundir esta herencia cultural, en 2021 el Museo Nacional de Costa Rica montó la exposición temporal “Legado en piedra”, curada por el propio Javier Fallas, la cual da cuenta de la importancia y los pormenores del diálogo institucional y del proyecto de restauración con el cual, desde 2013, se han atendido ocho esferas.
Las sedes de la muestra, detalló el arqueólogo, son el Museo Nacional de Costa Rica, en la ciudad de San José, y el Centro de Visitantes de Finca 6, donde el público puede conocer las esferas que han sido objeto de trabajos de restauración.
En los trabajos colaboran, por parte de México, la restauradora Adriana Castillo Bejero, así como el personal de la Embajada de México en Costa Rica y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Por parte del Museo Nacional de Costa Rica participan el restaurador Alonso Silva y el arqueólogo Francisco Corrales; el especialista en apoyo logístico, Alonso Bonilla; la encargada del área de comunicación del recinto, Wendy Segura, y personal del sitio Finca 6, encabezado por Jeisson Bartels, bajo la batuta de la directora del Museo Nacional de Costa Rica, Rocío Fernández Salaz.
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Finalizó la quinta temporada de colaboración con el Museo Nacional de Costa Rica para la atención de seis colosales esferas prehispánicas que datan del periodo Chiriquí (800-1550 d.C.) ?? ??
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