Históricamente la mujer ha sufrido en carne propia la guerra. Su cuerpo ha sido violentado y tomado como un dardo contra el enemigo. Son violadas y vejadas en maneras crueles a manera de venganza. Han pasado los siglos pero la manera de hacer guerra no cambia.
No obstante, mujeres han tomado papeles fundamentales en el frente de batalla. La historia ha solido ser injusta -no es novedad- con ellas. Han sido olvidadas, relegadas e incluso al término de los conflictos armados, desdeñadas. A propósito de ello, la PremioNóbel de Literatura 2015, Svletana Alexievich, escribió “La guerra no tiene rostro de mujer”. En su obra narra cómo casi un millón de mujeres combatió en las filas del Ejército Rojo durante la segunda guerra mundial, pero su historia nunca fue contada.Mujeres que fueron francotiradoras, condujeron tanques o trabajaron en hospitales de campaña.
Hoy, décadas después, las mujeres rusas pretenden no quedarse fuera de la resistencia de la guerra a la invasión a Ucrania. Tal vez no con armas. Con carteles, performance y grafitis, las activistas de este país comparten su propaganda de rechazo total a las acciones bélicas de Vladimir Putin. Feminist Against War es una comunidad autoorganizada, descentralizada y de habla rusa que gestiona acciones de resistencia contra la guerra y se comunica con sus miembros y simpatizantes a través de Telegram.
Las manifestantes han creado eslóganes y carteles que aprovechan el poder del lenguaje. Han dado a conocer el uso brutal de la fuerza policial al filmar arrestos. Han creado un ingenioso juego que reinterpreta signos reconocibles para llevar a los rusos a cuestionar la guerra y las acciones del gobierno de Putin.
Algunas de ellas ya enfrentan condenas. Alexandra Skochilenko fue detenida semanas atrás, bajo sospecha de reemplazar las etiquetas de precios con información sobre el ataque aéreo del 16 de marzo en un teatro de Mariupol donde se refugiaban civiles. Kiev acusó a Moscú de crímenes de guerra con el ataque, mientras que el ejército ruso culpó a las milicias de extrema derecha ucranianas.El tribunal del distrito Vasileostrovsky de San Petersburgo dictaminó a mediados de abril colocar a Skochilenko en prisión preventiva hasta el 31 de mayo. Si es declarada culpable, la artista enfrentará entre cinco y 10 años de prisión.
De acuerdo con Maria Silina, profesora adjunta del Departamento de Arte de Québec, este enfoque, conocido como détournement , que consiste en tomar imágenes preexistentes y mezclarlas para resaltar la ideología subyacente de la imagen original, se desarrolló en la década de 1950 como una forma de imitar y ridiculizar la propaganda. Activistas de movimientos de resistencia recientes, como en Turquía en 2013, han continuado con estas prácticas en resistencia.
- ¿Será que en esta ocasión sí habrá memoria colectiva para las mujeres en resistencia? ¿O una vez más serán olvidadas por la historia con ojo de hombre? Esa respuesta tal vez no la conoceremos jamás.