El Centro Nacional de las Artes (Cenart) se iluminó con la candela y el ritmo de “Legado Buenavista Social Club”, un concierto en el que Ibrahim Ferrer Jr. rinde homenaje a la icónica agrupación que ha marcado la escena musical de las calles de La Habana, Cuba.
¿Que cómo estuvo el Legado Buena Vista Social Club en el Cenart? 🇨🇺💃👇 pic.twitter.com/pRkMpPAOho
— Centro Nacional de las Artes (@cenartmx) June 21, 2025
Hijo del legendario Ibrahim Ferrer Planas, Ferrer Jr. cautivó por una hora y media, junto a su orquesta y bailarines, a un Auditorio Blas Galindo en la primera de dos exitosas fechas en las que se agotaron las localidades.
El son cubano, el chachacha y el bolero se hicieron presentes en temas como “Contigo aprendí”, “La negra Tomasa” y “Quizás, quizás, quizás”, que interpretó junto a Esther Leal, y que fueron preparando al público para las canciones más emblemáticas de Buena Vista Social Club: “El Carretero”, “Ay, Candela”, “Chan chan” y “El cuarto de Tula”, con la que los asistentes no resistieron las ganas de bailar.
“El mismo amor que nos dan es el que sentimos por ustedes”, aprovechó Ferrer Jr. para agradecer la aclamación en la que el público estallaba tras cada interpretación.
El músico estuvo acompañado por Geovanis Alcántara, en la dirección musical y piano; Jorge Víctor González, en el baby bass; Joselyn Rodríguez González, set de percusión cubana; Eduardo Ramos, timbales y batería; Hugo Wilson, en la trompeta; Dinza Ges, trombón; Jorge Leliebre, flauta, e Ingrid Castro en los coros.
Pero fueron la fotografía de su padre en un altar y la voz de su hija, Liz Ferrer, también en los coros, lo que dieron sentido al concierto, pues convergieron en el escenario pasado, presente y futuro de la Buena Vista Social Club.
“Así empezó el Social Club. Y ahora a ella le toca mantener este legado de la música cubana”, expresó el cantante para dejarle el escenario entero a Liz Ferrer, quien interpretó “Me siento bien”, icónica canción popularizada en blues por Nina Simone, que la noche del viernes sonó al ritmo de son.
Así, en la primera noche del “Legado Buenavista Social Club”, Ibrahim Ferrer Jr. puso a bailar y cantar al público y dejó claro el porqué la música cubana sigue vigente y presente en todo el mundo.
Ibrahim Ferrer Jr.: referente de la música cubana
Escuchar a Buena Vista Social Club nos remite al legado impresionante de una historia nacida en las calles de La Habana, Cuba, donde Ibrahim Ferrer Jr. inició su carrera de la mano de su padre, el gran Ibrahim Ferrer Planas. Con 24 años de carrera se ha presentado en diversos escenarios, nacionales e internacionales, llevando este espectáculo en un emblemático homenaje a sus raíces, con temas que se quedaron grabados en la mente, el alma y el corazón del mundo entero.
Es el principal heredero del referente de la música cubana y entrañable figura de la Orquesta Buena Vista Social Club, Ibrahim Ferrer. Continuó el legado de su padre en la difusión de la música tradicional cubana y luego demostró su versatilidad al incorporar distintas corrientes musicales como el latin jazz, afro, tango, bachata, entre otros.
En 2008 resultó ganador del premio Carlos Gardel como Mejor Álbum Nuevo Artista Tropical por Al son de un homenaje. Realizó tres giras por Europa entre 2011 y 2014, y también por Argentina, México, Chile y Brasil. En 2015, en el Festival Jazz in Marciac de Francia, rindió homenaje a su padre junto al notable pianista Roberto Fonseca. En 2016, editó su disco Ibrahim canta a Ferrer, álbum que es una forma de recordar a su padre y cumplir una promesa de cantar “juntos”.
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