El Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Cuicuilco, en Ciudad de México, expone vestigios mayas hallados en la Laguna Mensabak; se trata de artefactos de lítica pulida y tallada y huesos de animales, además de fotografías antiguas sobre exploraciones efectuadas en ese lugar.
La exposición Arqueología en las casas de los dioses. Laguna Mensabak, Chiapas está integrada por 18 artefactos líticos (siete de lítica pulida y 11 herramientas de lítica tallada), 20 huesos de animales y 16 fotografías antiguas sobre las exploraciones en la laguna.
El director del Proyecto Arqueológico Aplicación de Técnicas Arqueométricas en el Estudio del Arte Rupestre de la Selva Lacandona, Josuhé Lozada, y el titular del Proyecto Arqueológico Mensabak, Joel W. Palka, de la Universidad Estatal de Arizona, explicaron que la laguna fue importante para los mayas debido a que les proveyó del líquido y de recursos alimenticios.
Esta laguna, cuyo nombre Mensabak significa en maya lacandón “Señor que hace la lluvia”, está dominada por un cerro que emerge del agua (altepetl), donde sus habitantes elaboraron pinturas rupestres y petrograbados que dan cuenta de un fuerte culto a este recurso hídrico.
“Se presentan los materiales recuperados en las investigaciones arqueológicas hechas al píe de los acantilados, los cuales cuentan con pinturas rupestres y, en menor medida, petrograbados, por lo que decidimos realizar exploraciones subacuáticas y excavaciones al pie de estos riscos”, indicó Lozada.
De los hallazgos se exponen piezas de lítica pulida del Posclásico Tardío, como metates y manos de metates, localizados al pie del peñasco Mensabak; de piedra tallada, como artefactos de obsidiana (navajillas prismáticas y puntas de proyectil); y un hacha de piedra verde del Preclásico Tardío.
Asimismo, se muestran huesos de animales: venado cola blanca, venado cabrito, armadillo de nueve bandas, pecarí de labios blancos, tapir, cocodrilo, y de algunas tortugas como la hicotea, tres lomos y casquito, indicativos de lo que consumían los mayas de esa región en aquellas épocas.
Los restos óseos de fauna fueron estudiados por el investigador de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Yael Sánchez López, y por la bióloga de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Técnico del INAH, Ana Fabiola Guzmán Camacho.
Los materiales líticos se analizaron en los laboratorios de Prehistoria y Evolución del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, coordinado por el arqueólogo Guillermo Acosta Ochoa, por medio de extracción de almidones, técnica que reveló restos de tomate y chile en algunos artefactos, lo que indica que fueron molidos en dichos utensilios.
Asimismo, se hallaron restos de maíz y camote, con los que probamente se realizaban algunos atoles.
Las 16 fotografías antiguas de la exposición proceden del acervo de la Asociación Cultural Na Bolom, tomadas por la fotógrafa y etnógrafa suiza Gertrude Duby, pareja del arqueólogo danés Frans Blom, quienes se asentaron en San Cristóbal de las Casas para recorrer la región en los años 40 y 50 del siglo pasado, visitando lugares como la Laguna Mensabak.
La muestra cuenta con algunas láminas sobre el arte rupestre localizado en los riscos, del cual los arqueólogos han identificado 210 motivos diversos, entre los que abundan figuras antropomorfas e impresiones de manos, relacionadas con rituales asociados al tema de las peregrinaciones.
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Exponen en Cuicuilco vestigios mayas hallados en la Laguna Mensabak, Chiapas. La exposición permanecerá hasta el 25 de febrero de 2022, en el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Cuicuilco.
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