“La ética es el eje rector de mi trabajo; jamás haría una imagen que implique pasar sobre los derechos de alguien. Ese siempre ha sido y será mi freno”, expresó la fotógrafa documental Lizeth Arauz, durante su participación en el Festival Internacional de Fotografía Distancia Focal, que se realizó del 3 al 6 de abril en Xalapa, Veracruz.
En el conversatorio “Mujeres en la fotografía”, en la que compartió reflexiones con Patricia Aridjis, Arauz comentó que ella está en contra de la idea tan difundida de que los fotógrafos “tienen” que conseguir la foto por encima de cualquier cosa, ya que, dijo, ella nunca haría una toma que pudiera agredir a alguien.
“No voy a vulnerar a nadie con mis imágenes. Lo que sí voy a hacer es denunciar, que es totalmente distinto; eso es lo que he hecho en varios proyectos y lo que hice en el más reciente, que lleva por título Mujeres de acero, una serie de retratos de mujeres que han sobrevivido a ataques de ácido”, señaló.
Esta enseñanza, compartió Arauz (1970), la aprendió desde sus primeros años como fotógrafa de prensa, en el periódico El Sur, en Acapulco, Guerrero, donde trabajó al lado de su maestra Elsa Medina. Fue ella, compartió, quien la enseñó a conducirse con ética y respeto, aun en los escenarios más adversos.
Recordó la ocasión en la que por primera vez se enfrentó a un cadáver. Fue tan grande su impresión, que se paralizó y comenzó a pedir ayuda para tratar de salvar la vida de la persona que estaba herida en la calle, luego de asaltar una tienda de pinturas. Al final, sus intentos fueron infructuosos y el hombre falleció frente a su mirada atónita. ¿Fotos? Ni siquiera pensó en usar la cámara.
Justo en ese momento recordó otra gran lección de su maestra: el fotógrafo no debe olvidarse de documentar los hechos. Por fortuna logró tomar algunas fotografías, una de las cuales fue mostrada durante la charla. Se trata de un retrato que, además de tener valores estéticos e informativos, documenta con respeto lo que le hicieron a ese hombre. Esa imagen, que significó un antes y un después en su carrera, ahora forma parte esencial de su corpus fotográfico.
Sobre sus posteriores ensayos fotográficos, como Mirar hacia arriba, El fin de la abundancia y Amor sin etiquetas. El nuevo álbum de familia, los cuales mostró ante los jóvenes xalapeños, comentó:
“Pienso en la fotografía documental como en esta herramienta que me ha permitido compartir mis inquietudes: lo que me preocupa y ocupa. En ese sentido, he podido seleccionar temas que son cercanos a mí, que me inquietan. Son una oportunidad para que las personas puedan tener conocimiento sobre eso que está sucediendo”.
Patricia Aridjis, de quien actualmente se puede apreciar en el Museo Archivo de la Fotografía la exposición Ojos de mujer volando, una retrospectiva de 53 fotografías en varios formatos, compartió también algunos de los trabajos que han definido su obra en las últimas tres décadas: Las horas negras, Arrullo para otros y Mujeres de peso.
Su obra, ha dicho Aridjis, “es un homenaje a todas las mujeres que se han permitido ser parte de mi vida personal y fotográfica; a través de sus historias cuento la mía”.
Xalapa y fotografía: una larga historia
En su segunda edición, el festival Distancia Focal tuvo el objetivo de “visibilizar el trabajo de las mujeres fotógrafas”, mencionó en entrevista Óscar Martínez, su director.
“Quisimos hacernos a un lado, escuchar y aprender de sus experiencias. Por eso es que una de las moderadoras es Araceli González Saavedra, una mujer feminista muy reconocida aquí en Xalapa. Ella consiguió la alerta de género para Veracruz y asesora a muchas mujeres; de hecho, ha logrado liberar a mujeres indígenas que han sido encarceladas injustamente”.
Sobre los orígenes del Festival, Martínez recordó la larga historia que Xalapa ha construido a lo largo de los años con la fotografía, comenzando, desde luego, con las enseñanzas del maestro Nacho López, quien impulsó el desarrollo académico de la fotografía en México en la Universidad Veracruzana.
Además de los maestros Nacho López y Carlos Jurado, Martínez recordó las enseñanzas de quien fue su maestro, el fotógrafo Miguel Fematt Enríquez, creador de Junio, mes de la foto, que después, en 1984, se convirtió en Fotoapertura; años después organizó el célebre Mayo Fotográfico.
Martínez siguió sus pasos con la creación en 2014 de Mirar Distinto. “Platicando con varios fotógrafos comenzamos este proyecto, que se llamó así porque ese era el nombre de mi blog. Sin embargo, acabó mi ciclo ahí y ahora estamos en Distancia Focal”.
En este segundo, también participaron los fotógrafos mexicanos Héctor Quintanar, Víctor Gahbler, Cristopher Blanquet; el salvadoreño José Cabezas; y el español Daniel Ochoa de Olza.
Martínez adelantó que en los siguientes años, Distancia Focal tiene el propósito de crear La Casa de la Fotografía, así como atender a una población que hasta ahora ha recibido poca atención: los niños autistas. También mencionó que ya han recibido invitaciones para llevar el festival a Canadá. No obstante, él prefiere concentrarse en el presente y seguir consolidando esa relación que Xalapa tiene históricamente con la fotografía.
«Amor sin etiquetas. El nuevo álbum de familia», exposición fotográfica en la @GJMVmx
🔸 El público podrá apreciar la muestra de Lizeth Arauz, la cual reúne 30 imágenes y un video testimonial, a partir del 17 de junio, a las 12 H.
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— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) June 16, 2023