Jimmy Carter, un agricultor de cacahuetes del estado sureño de Georgia que llegó a la presidencia de Estados Unidos en 1977 —luego del escándalo Watergate que le costó la renuncia a Richard Nixon— y siguió destacando en la escena mundial, falleció el 29 de diciembre. Tenía 100 años.
Durante su mandato en la Casa Blanca (1977-1981), Carter promovió la paz y los valores liberales. Su etapa posterior a la presidencia, durante la cual abogó por los pobres, la democracia y los derechos humanos, es considerada por muchos una parte de su legado tan importante como su presidencia.
Jimmy Carter ganó el premio Nobel de la Paz en 2002, por “sus décadas de incansable esfuerzo por encontrar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, por impulsar la democracia y los derechos humanos, y por promover el desarrollo económico y social”.
Tras su presidencia, el enfoque a menudo inconformista de Carter para promover la paz incluyó reuniones con los líderes de muchos países rechazados por la oficialidad de Washington, como Corea del Norte, Cuba y Nicaragua.
Jimmy Carter llega después del Watergate
Jimmy Carter ganó ampliamente las elecciones presidenciales de 1976, con una campaña bien organizada que aprovechó la desconfianza pública hacia Washington tras el escándalo Watergate, por el que el presidente Nixon se vio obligado a dimitir en 1974.
Conocido por su amplia sonrisa que mostraba toda su dentadura y su desarmadora franqueza, el demócrata aportó una nueva informalidad a la Casa Blanca, mientras el país se recuperaba de los trastornos del escándalo Watergate y de los años de la guerra de Vietnam.
La cuarta hija de los Carter, Amy, entonces de sólo 9 años, fue la invitada más joven en asistir a una cena de Estado. Causó sensación cuando sacó dos libros y leyó durante los brindis formales.
Durante dos años, Carter supervisó la mejora de la economía estadounidense, pero a finales de la década de 1970 una crisis energética golpeó al país, provocada por una gran subida del coste del petróleo importado. Su presidencia se vio envuelta en las crisis económicas subsiguientes y en el drama de los rehenes de Irán en 1979.
Primeros años y juventud
Nacido James Earl Carter Jr. el 1 de octubre de 1924 en Plains (Georgia), Carter, hombre introspectivo y trabajador, construyó su vida en torno a su profunda fe cristiana y a las lecciones de su infancia en el sur de Estados Unidos, que estaba dividido racialmente.
Su compañera más próxima a lo largo de su vida fue su esposa, Rosalynn, con la que se casó en 1946. Su matrimonio, que duró 77 años, fue el más largo de la historia entre las parejas presidenciales de Estados Unidos.
Su padre era propietario de una granja de cacahuetes y su madre era enfermera titulada.
Jimmy Carter estudió en la Academia Naval de Estados Unidos en Annapolis (Maryland), y se alistó en la Armada estadunidense en 1946. Tras el fallecimiento de su padre en 1953, Carter dejó el servicio militar y regresó a Georgia para dirigir el negocio familiar de cacahuetes.
Entró en la política estatal en 1962 y fue uno de los primeros partidarios de la lucha por los derechos civiles.
Al ganar la gobernación de Georgia en 1970, declaró: “El tiempo de la discriminación racial ha terminado”. Promovió la desegregación, ampliando el número de afroestadunidenses en empleos estatales, y rindió homenaje al líder de los derechos civiles asesinado, Martin Luther King Jr., también de Georgia.
Una figura en el escenario mundial
Como presidente, Jimmy Carter se labró una reputación de pacificador internacional, en gran medida gracias a su mediación en los Acuerdos de Camp David de 1978, firmados por el presidente egipcio Anwar Sadat y el primer ministro israelí Menachem Begin en la Casa Blanca en septiembre de 1978. La firma de estos acuerdos supuso un gran avance en las relaciones egipcio-israelíes y sentó las bases para las posteriores negociaciones de paz en Oriente Medio.
La presidencia de Carter se desarrolló en medio de la tensión constante de la Guerra Fría y se vio sacudida por la invasión soviética de Afganistán en 1979.
La toma de la embajada de Estados Unidos en Teherán por estudiantes iraníes el 4 de noviembre de 1979, con 52 rehenes, fue uno de los acontecimientos que definieron la presidencia de Carter.
Aunque había prometido no emprender acciones militares, Carter ordenó en secreto una misión de rescate en abril de 1980. La misión terminó con la colisión de los aviones y la muerte de ocho soldados estadunidenses antes de llegar a Irán, lo que arruinó las posibilidades de reelección de Carter en noviembre de ese año. Los rehenes fueron liberados al día siguiente de terminar su mandato, el 20 de enero de 1981.
Tras dejar la Casa Blanca, creó el Centro Carter en Atlanta (Georgia). Este centro envía equipos a todo el mundo para supervisar las elecciones y llama la atención sobre las violaciones de los derechos humanos dentro y fuera del país.
Desde su creación en 1982, el Centro ha trabajado para erradicar el gusano de Guinea y establecer sistemas de atención sanitaria en África, ha sido pionero en enfoques de salud pública en África y América Latina, ha mejorado la atención a los cuidados de salud mental, ha observado más de 100 elecciones en 39 países y ha promovido la paz en muchas regiones del mundo.
Muchos ex presidentes modernos aprovechan los discursos bien pagados y otras oportunidades pospresidenciales. Pero, según declaró el historiador Michael Beschloss al diario The Washington Post, “Jimmy Carter hizo lo contrario”.
Al tiempo que rehuían las oportunidades lucrativas, Carter y su esposa trabajaban regularmente como voluntarios en Habitat for Humanity (hábitat para la humanidad), una organización benéfica que construye casas para familias necesitadas.
La sencillez de Jimmy Carter también se manifestaba en su fe religiosa. Tras su regreso a Plains, su ciudad natal, en 1981, Carter enseñó en la escuela dominical de la Iglesia Bautista Maranata. Cada semana, admiradores de todo el mundo visitaban la iglesia. Carter siempre les saludaba y posaba para fotografiarse con ellos después de clase, porque, como observaba a menudo, “todos somos iguales a los ojos de Dios”.
A Carter le sobreviven sus cuatro hijos: John (“Jack”), James (“Chip”), Donnel (“Jeff”) y Amy, además de 11 nietos vivos (un nieto le precedió) y 14 bisnietos. Su esposa, Rosalynn, falleció el 19 de noviembre de 2023. Será enterrado en los terrenos de su residencia en Plains (Georgia).
For more than 48 years, the Secret Service protected former President Jimmy Carter. His legacy from Naval officer to President to Nobel Peace Prize winner and philanthropist has been one of service, humility and kindness. It was an honor to protect him and his family. pic.twitter.com/mRwfzxrnso
— U.S. Secret Service (@SecretService) December 31, 2024
De la mano de Alan Glass, visitantes crean cajas surrealistas
