Tras un periodo de pandemia y tensión racial, la poetisa estadunidense Joy Harjo encuentra consuelo y lecciones en la poesía.
“Los momentos más aterradores, más fortalecedores, más llenos de dolor, más llenos de alegría, siempre van acompañados de la poesía”, dijo Harjo en una entrevista con la Biblioteca del Congreso, donde cumple su tercer término como poeta laureada.
“Siempre hay un poema que puede cambiarte la vida”.
Joy Harjo, miembro de la nación Muskogee Creek, es la primera indígena de América del Norte que ejerce como poeta oficial del país.
Al nombrar a Harjo, la bibliotecaria principal de la Biblioteca del Congreso, Carla Hayden, dijo: “Para ella los poemas son «transporte de sueños, conocimiento y sabiduría» y por medio de estos, narra la historia americana de la tradición y la pérdida, el recuento y la creación de mitos”.
Joy Harjo señala que en muchas culturas indígenas, los poetas también son conocidos como curanderos. La poesía la ayuda a lidiar con las frustraciones de la persistente falta de respeto a la cultura indígena americana. “Para mí, la poesía es una forma de hablar cuando no tienes palabras”, dijo durante un panel sobre la raza en el Festival Nacional del Libro en Estados Unidos.
Orgullosa de sus antecedentes culturales, Harjo dijo que empezó a escribir poesía como parte de su trabajo de defensa de los derechos de los indígenas.
Para ella es importante que la gente sepa que los indígenas de América del Norte no se han extinguido, sino que siguen contribuyendo a la cultura estadounidense. Uno de sus proyectos estrella como poetisa laureada, “Living Nations, Living Words“ (Naciones vivas, palabras vivas; en inglés), es un mapa interactivo que permite a los lectores hacer clic en un lugar y conocer a un poeta indígena de esa zona.
“Estamos aquí. Somos poetas, somos músicos de jazz, somos docentes. Somos seres humanos”, dijo Harjo, que este año cumple 71 años. La propia Harjo no sólo es poeta, sino también música, escritora de memorias y, según señala con orgullo, bisabuela.
Ha ganado premios por sus escritos y por su música. Toca el saxofón y canta, y es miembro de una banda llamada Arrow Dynamics. La mayor parte de la poesía del mundo, señala, forma parte de las tradiciones orales, incluida la música.
Joy Harjo espera transmitir su entusiasmo por la poesía a los demás. “La poesía es de todos. No pertenece sólo a una estantería de una universidad”.
En el festival del libro, luciendo joyas de color turquesa y pendientes de cuentas extremadamente largos sobre su cabello negro azabache, leyó su poema “Exile of Memory” (Exilio de la memoria) sobre el regreso a las tierras de los muscogee en el sureste, que fueron de estos antes de que los miembros de ese grupo fueran obligados a marcharse a Oklahoma.
“Do you know how to make a peaceful road
Through human memory?
And what of angry ghosts of history?”
(¿Sabes cómo crear un camino de paz
a través de la memoria humana?
¿Y qué hay de los iracundos fantasmas de la historia?)
En su entrevista con Laura Coltelli, en el libro Winged Words: American Indian Writers Speak, (Palabras con alas: Hablan los escritores indígenas de América del Norte) Harjo dice: “Empiezo con la semilla de una emoción, un lugar, y luego me muevo a partir de ahí. … Ya no veo el poema como un punto final, sino más bien como el final de un viaje, un viaje a menudo largo que puede comenzar años antes, digamos con el recuerdo borroso del sol en la mejilla de alguien, un cierto olor, un dolor, y que culminará años después en un poema, tamizado por un punto, un lago en mi corazón por el que debe pasar el lenguaje”.
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— Joy Harjo (@JoyHarjo) January 13, 2022