Obras de arte

“Obras de arte no son un lujo, sino un elemento determinante de la humanidad”

Expertos destacan la labor del Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte, cuya misión es identificar el contexto en el que se crearon, la vida del artista y el comercio

La manifestación artística objeta y confronta las situaciones que se viven en cada país, sobre todo en estos tiempos donde con frecuencia también los creadores expresan su crítica a un sistema, a una idea o un evento, sin importar la censura, enfatiza la coordinadora del Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte de la UNAM, Eumelia Hernández.

“Las manifestaciones artísticas no deben considerarse solo como ‘bellas’. Ahora sabemos y consideramos que el arte no debe tener esa cualidad de tranquilizarnos o de hacernos sentir que todo está bien, sino también ese carácter de confrontación y de reflexión sobre los eventos del mundo y personales”, expone la historiadora del arte.

Por ejemplo, los grandes creadores del renacimiento eran pintores, escultores o grabadores utilizaron nuevos materiales y medios, eso fue lo que hizo que su creatividad aumentara exponencialmente.

Con motivo del Día Mundial del Arte que se conmemora el 15 de abril, natalicio de uno de los mayores artistas de la humanidad: Leonardo Da Vinci, Hernández resalta que la expresión artística no es un lujo, sino un elemento determinante de la humanidad y un derecho humano fundamental que le permite desarrollarse y expresarse.

Hernández aseguró que la importancia de conmemorar esta fecha, aunque hay que impulsarla para que no se trivialice, que sirva para analizar la práctica artística, la vida y obra de mujeres y hombres quienes han sido valientes en abrir nuevos caminos, presentar novedosas reflexiones, confrontarse con las autoridades y con su comunidad.

La ciencia en las obras de arte

Los expertos del laboratorio, historiadoras del arte, fotógrafos, químicos y especialistas asociados del área científica han estudiado, entre otras obras, el mural La Creación, de Diego Rivera; Los pegasos, de Agustín Querol, en la explanada de Bellas Artes; además de conjuntos notables de pintura y retablos del siglo XVI como Huejotzingo para determinar los procedimientos, materiales y estado de conservación.

Detalla la experta que la misión del laboratorio es investigar los materiales y técnicas de ejecución de las obras de arte, principalmente mexicanas.

“Lo que buscamos es conocer los pigmentos, colorantes o soportes utilizados en su ejecución y cómo se producen y comercializan, así como determinar de qué tipo se emplearon en su ejecución y, a través de ello, conocer también la función y la historia de los objetos”.

La universitaria precisa que este conocimiento les permite identificar el contexto en el que se crearon, la vida del artista, el comercio y la economía del arte. Asimismo, establece la base para trabajar en su conservación y para que el patrimonio artístico y cultural sea debidamente considerado, defendido, preservado y difundido.Obras de arte

“El hecho de que averiguamos los materiales de que están hechos y cómo se realizaron algunas obras de arte se pueden comparar las tradiciones que todavía hoy se hacen, como el uso de colorantes, también se elaboran réplicas experimentales para probar cómo se trabajaron los colorantes prehispánicos o los pigmentos en la época virreinal o modernos, por ejemplo”, argumenta.

Con el uso de microscopía óptica, electrónica de barrido, espectroscopías, pruebas de cromatografía, radiaciones visible, ultravioleta e infrarroja, los expertos logran observar los materiales hasta el nivel de caracterización elemental, lo que les permite determinar de qué está hecha y los pigmentos utilizados en su elaboración.

Mediante esas técnicas, han estudiado pintura mural prehispánica, códices, artesones, muebles, libros de coro, grabado, pintura, escultura, arquitectura, etcétera.

Con estas metodologías se pueden determinar los colores y los pigmentos empleados en algunas piezas, como el resinato de cobre, uno de los verdes usados, el cual, por medio de las pruebas “vamos comprobando que efectivamente su composición química corresponde al pigmento, cuyas partículas pueden observarse al microscopio óptico y con el electrónico de barrido realizar incluso mapeos químico elemental para conocer hasta el fondo de qué está hecho determinado material”.Obras de arte

Estos procesos nos han permitido hacer ciertos descubrimientos como hallazgos de una obra detrás de otra, como la pintura de la Sant Ana, de Andrés de Concha (en la Catedral de México).

“Observando de manera rasante la obra, es decir, en un ángulo de 45 grados, se observó que había unas pinceladas que no correspondían a lo que ahora vemos”.

Mediante un estudio radiográfico se encontró que, en efecto, un grupo de personajes religiosos –Santa Ana, San José, la Virgen y el Niño– estaban pintados sobre una virgen, posiblemente una Inmaculada, porque se alcanzaba a ver el relieve de su “cabecita”, de un dragón y de la luna en la parte inferior.

La grana cochinilla, pigmento que se encontró en una obra de Van Gogh, es un material originario de México, lo que ilustra el comercio, producción y demanda en el país y en otras esferas por la importancia del colorante natural, acota.Obras de arte

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