Leila Guerriero: estar atado al clic es como darse un balazo en el pie

La cronista argentina compartió con la prensa sus reflexiones sobre el periodismo narrativo y la prisa que determina al diarismo
Estar atado al clic es como darse un balazo en el pie: Lerila Guerriero en el Hay Festival
La conversación de la argentina con los medios de comunicación. Foto: Paulina Ortega.

Al margen de la fama imperecedera que le trasmiten sus obras anteriores como: Opus Gelber, Una historia sencilla, Los suicidas del fin del mundo o Frutos extraños; La llamada, el nuevo volumen publicado por Anagrama, continúa con ese tono característico del periodismo al que Leila Guerriero tiene acostumbrado a sus lectores. Con el manejo del tiempo y la tensión para establecer atmósferas propias de la creación literaria, la periodista arroja luz sobre historias reales con herramientas estilísticas de la ficción. En el último volumen publicado, la argentina elabora un perfil detallado acerca de Silvia Labayru, ciudadana argentina que fue secuestrada y torturada en la Escuela Superior Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura argentina.

Estar atado al clic es como darse un balazo en el pie: Leila Guerriero en el Hay FestivalSon poco más de las diez de la mañana. Estamos en el segundo piso del Gran Hotel de Querétaro. La sala no es muy grande y no funciona el aire acondicionado. Unos veinte periodistas permanecen en silencio. No toman notas, miran. No cuchichean, esperan. Como diría la periodista: “El primer sonido es importante: es el que rompe el silencio”, y lo primero que hace Leila, al llegar, es contar una anécdota que le sucedió después de participar en un Hay Festival.

“Participé en un festival en Xalapa y tomé un avión para regresar a la Ciudad de México con Ricardo Piglia y, por un colapso en la pista, el avión tuvo que regresar a Veracruz. Cuando volvió a despegar y llegamos a la Ciudad de México el avión hacia Buenos Aires ya se había ido. Piglia, sin tener esa intención, me dijo todo lo que se necesita saber de la manera en que un autor se enfrenta a su trabajo”. Entonces aproveché y le pregunté si el constante ritmo acelerado que determina al periodismo contemporáneo es opuesto al trabajo al que nos tiene acostumbrado, a esa crónica que solo se logra con el tiempo.

Leila Guerriero se queda callada y ensaya una respuesta: “la prisa afecta muchísimo a los colegas que están haciendo noticia, diarismo o periodismo diario. Yo no hago eso, me dedico a otro género que es el periodismo narrativo que necesita tiempo para macerar, tiempo para reportear. Acabo de terminar dos perfiles muy largos en los que estuve trabajando tres meses en total. Esto significa que no tuve que trabajar con un deadline muy específico. Contar con editores que comprenden eso es también muy importante, no se puede hacer el perfil de una persona en tres días y entregarlo en cuatro, entonces son géneros distintos”. La periodista se detiene, toma un respiro. Estamos en la sala que los organizadores improvisan para las conferencias de prensa.

Estar atado al clic es como darse un balazo en el pie: Leila Guerriero en el Hay Festival
“Podríamos pensar si el periodismo narrativo tiene todavía espacio en los medios”, señala la cronista. Foto: Paulina Ortega.

Todo es interés, todos escuchan y hacen anotaciones al mismo tiempo, así suena la música de fondo de la conferencia. Al llegar a la sala, Leila Guerriero confesó que arribó a Querétaro el día jueves —hoy viernes conversará a las siete de la noche con Jan Martínez Ahrens— y entonces hizo una revelación: “no tuve mucho tiempo de pasear por la ciudad, los periodistas cuando viajamos estamos realizando, además del trabajo que vamos a hacer en el sitio, el trabajo que todo el tiempo estamos haciendo, siempre tenemos que cortarle 10 mil caracteres a todo, entonces estoy en eso, pero estoy muy feliz de estar aquí”, dijo eso y sonrió.

Al caminar de los minutos no son pocos los reporteros que aprovechan para tomar fotos, la periodista sigue adelante: “podríamos pensar si el periodismo narrativo tiene todavía espacio en los medios o no. Yo creo que sí, que en algunos medios los tiene, de hecho, yo sigo publicando en medios. No solo me dedico a escribir libros. Pero pienso que el lugar natural del periodismo narrativo empieza a ser, más que nada, el espacio de las editoriales. Muchas editoriales tienen, desde hace años, un sello dedicado a esto. Los editores están apoyando las narraciones en forma de no ficción, no solo en el tema del periodismo narrativo y el periodismo de investigación como las crónicas y los perfiles”.

Estar atado al clic es como darse un balazo en el pie: Leila Guerriero en el Hay FestivalApenas unos minutos antes, mientras esperábamos la llegada de la autora de Zona de obras, conversé con el editor de una revista si aún existen espacios para periodismo de clics. Cuando Leila Guerriero llegó me sorprendió su aspecto, una camiseta a juego con los zapatos, jeans azules y el cabello desordenado, como una verdadera rockstar siempre viste prendas en tonos negros. Se acomodó mejor en su asiento y continuó: “Lugares para publicar los hay, lo que no se puede pretender es que el ritmo de la noticia respire de la misma lógica de la cuál respira el periodismo narrativo. Siempre se puede escribir mejor, siempre se puede hacer algo mejor más, pero hay que decir que el periodismo está muy precarizado, muy estigmatizado. Creo que no podemos comparar la técnica que se utiliza en el periodismo diario con la que utilizamos los periodistas que hacemos otras cosas”.

 

 Leila Guerriero y la amargura del periodista 

–¿No te sorprende que en muchos espacios, varios de ellos muy jóvenes, encuentren cobijo en el clic?

–Me da mucha pena eso, ver la amargura por la que pasan muchos colegas que se dedican a hacer noticias, por la presión, por tener que estar atados al clic, por tener que seguir ciertas reglas absurdas, por necesitar un título llamativo que después no coincide con la nota.

Después de varios minutos Leila Guerriero comienza a terminar su respuesta y finaliza: “eso me da mucha pena y me parece que son balazos en el pie”. La sala comienza a verse llena, antes de dar la palabra a otro periodista dice: “yo soy completamente inhábil para hacer lo que hacen ustedes, por ejemplo, yo sería incapaz de salir de una conferencia de prensa y escribir un párrafo que tuviera cierta dignidad, soy muy lenta para escribir, soy muy lenta para ver y lenta para establecer una idea acerca de algo, entonces me parece muy admirable el periodismo que hacen”, termina Leila Guerriero.

La presentación de la periodista se llevó a cabo en el Hay Festival Querétaro y permitió a los asistentes escuchar a Leila Guerriero conversar con Jan Martínez Ahrens sobre su último libro, La llamada, y firmó varios ejemplares.

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