Michelle Rogel sintió el llamado de Nahui Olin desde que era una niña, un llamado a su poesía, su música y su fuerza, y hoy, en el teatro Varsovia de Ciudad de México a las ocho de la noche consumará su respuesta a esta afinidad cuando estrene el monólogo Nahui Olin: Memoria de Fuego, de la mano del director Francisco Hernández y su compañía Fénix Novohispano en la primera de cinco funciones pactadas. Las presentaciones serán 27, 28 y 29 de septiembre y 4 y 11 de octubre.
El montaje mantiene la historia cronológica de la artista, veracruzana de nacimiento y que falleciera en Ciudad de México en 1978.
“Va de la infancia de Nahui Olin hasta los últimos días no de su vida, sino de su vida pública, porque ya después de una etapa se dedica a dar sus clases, a sus sobrinos y ya no está en la vida pública-intelectual que tuvo en los años 20, 30”, apunta Rogel, actriz e investigadora.
Rogel lo deja claro, su conexión con la figura que cimbró a todo el país en la década de los 30 del siglo pasado “es una cuestión muy personal, yo ya había leído sobre ella, ya había ido a su exposición. Era un personaje que me había llamado desde hace muchos años y había propuesto el proyecto para que lo escribiera un amigo dramaturgo y lo dirigiera otro amigo, pero no nos poníamos de acuerdo y luego se nos atravesó la pandemia”, relata.
Nahui Olin a contratiempo
No fue sino hasta pasada la contingencia sanitaria que ese “llamado que he recibido desde siempre, desde niña yo sentía que tenía que hablar de ella” se vio cristalizado junto al maestro Francisco Hernández, quien habló con Rogel para plantearle una pieza sobre Nahui Olin.
“Me propone trabajar este personaje sin saber la idea que yo ya tenía. Ha sido muy bonito el trabajo de investigación juntos, me permitió conocer el convento donde vivió Nahui (como se refiere a ella en casi todo momento) con el Doctor Atl. Y para mí ver abrir esa puerta, ver ese lugar de toda la influencia árabe del arte, exquisito”.
La formación del personaje para Nahui Olin: Memoria de Fuego requirió, además del contexto, de una comprensión profunda de su tiempo y circunstancias.
“Era una mujer muy adelantada para su época. Imagínate, alguien que hablaba del cuerpo en los años 20. Claro que tiene toda su influencia de sus estancias en Europa. Estamos hablando de una época en donde están las vanguardias, donde a finales del siglo XIX inician las vanguardias teatrales después del montaje de Ubú rey, que empieza con la palabra merde, y eso revoluciona, comienzan también las poéticas corporales, la búsqueda del cuerpo, de volver al cuerpo. Y un momento muy convulso, con las Guerras Mundiales. Entonces nos preguntamos cosas sobre el cuerpo, está Bataille, que vuelve su mirada al marqués de Sade, la filosofía del erotismo”, rememora Rogel sobre su investigación.
“Ella defendió la posición de la modelo como artista y además lo llevó a cabo. Edward Weston dice que mejores desnudos, los mejores retratos que toma en México son los de Nahui Olin”
Hablar de Nahui Olin lleva irremediablemente a la cultura del cuerpo, del modelaje y del desnudo como elemento de desasosiego y fascinación para la sociedad cuando al posar hay un discurso. Rogel trae a la memoria un poco de esa fase de una mujer de la que manaban talentos.
“Ella defendió la posición de la modelo como artista y además lo llevó a cabo. Weston, me parece que es Edward Weston el que dice que mejores desnudos, los mejores retratos que toma en México son los de Nahui Olin. Y ella escribe sobre esto. Es una mujer bastante renacentista, diría yo: escribe, toca piano, compone… a los 10 años escribe sus primeros poemas y son publicados. Tiene unas etapas muy fructíferas, además de su etapa como modelo”.
Yo me llamo Carmen Mondragón
Nacida Carmen Mondragón, hija del general porfirista Manuel Mondragón, exiliado en Francia en 1913, escribía a 10 años y tuvo una relación con el pintor Doctor Atl, quien la rebautizó pero tal vez nunca supo cuánto fondo le daría ella a su nuevo nombre.
“A mí lo que me gustó de trabajar con el maestro Francisco Hernández fue que en su texto rescata a Nahui no sólo en su etapa de la relación con el Doctor Atl, sino la importancia de Nahui por ella misma, por ser Carmen Mondragón, Nahui Olin, y por todo lo que construyó, no sólo por esa etapa tan chiquita, que fueron cuatro años de relación. Y que de repente en muchos montajes o películas se van más en hablar de esta relación con el Doctor Atl”, comenta la actriz.
“La historia es que el Doctor Atl la haya bautizado así, pues sí, pero no significa que le haya dado todo el significado que ella le dio. Tal vez él le da ese nombre pero ella lo carga de significado, y eso es lo que nos interesa”, remata.
Los ojos de Nahui Olin ya forman parte de la estética mexicana tras ser inmortalizado en cuadros y fotografías, lo que representa un reto para cualquiera que encarne al personaje. Pero Michelle Rogel asumió el reto, “retrato sus ojos con los míos”, pero sabe que esa mirada se carga de “todo el erotismo, todo el pensamiento, una postura filosófica ante la vida”.
Y lo trae a la mente y a su cuerpo y responde al llamado de Nahui Olin para subir al escenario del teatro Varsovia.
En el 130º aniversario de su natalicio recordamos a la poeta, pintora, pionera del feminismo, musa y modelo del arte mexicano, Carmen Mondragón, mejor conocida como “Nahui Olin”, quien vivió una vida llena de libertad y sabiduría, y marcó el camino de las artes del siglo XX. pic.twitter.com/53DlHGRnBE
— Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (@bellasartesinba) July 8, 2023
