Luis Buñuel: un homenaje mexicano al director poeta

“Buñuel descubre en el sueño de sus héroes las imágenes arquetípicas de pueblo mexicano: Coatlicue y el sacrificio.” Octavio Paz
Luis Buñuel y la celebración a la muerte. Foto: Especial.
Luis Buñuel y la celebración a la muerte. Foto: Especial.

Este año la Universidad del Claustro de Sor Juana en Ciudad de México eligió al imprescindible director de cine Luis Buñuel para su altar de muertos, en el cual se pueden apreciar calaveritas con los personajes de Los olvidados, Nazarín, Viridiana y El ángel exterminador.

Para escribir brevemente sobre Luis Buñuel a propósito del altar en su 40 aniversario luctuoso sugiero que lo veamos con los ojos de Octavio Paz: a un Buñuel poeta, pero a partir de su carrera cinematográfica en México en 1949, año en que precisamente renunció a su nacionalidad española y se naturalizó mexicano.

Evocación a las obras del maestro surrealista. Foto: Especial.
Evocación a las obras del maestro surrealista. Foto: Especial.

Con el fin de tener como referencia el ensayo de Octavio Paz sobre Los olvidados (1950), es menester hacer una pausa para decir que esta película fue rodada en un tiempo record de 21 días en la Ciudad de México. Cuenta con un guion mexicanísimo de Luis Alcoriza y del mismo Buñuel, la fotografía estuvo a cargo del legendario Gabriel Figueroa y las actuaciones magistrales tanto de los no actores como de los actores establecidos hicieron que en 2003, Los olvidados fuera nombrada por la Unesco Memoria del Mundo y Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo que la convierte en la única obra cinematográfica mexicana con este reconocimiento.

Ahora bien, retomando la ferviente admiración que sentía Paz hacia Los olvidados y a su gran amigo Luis Buñuel, es muy posible que éste nunca se considerara a sí mismo poeta, pero su obra cinematográfica y específicamente Los olvidados demuestran las posibilidades del cine como instrumento de poesía.

Buñuel fue en esencia un director de consciencia artística, un visionario subversivo, porque, ¿qué es la imagen poética? Algo concreto a veces estético y doloroso, en otras, onírico y violento. Y así podría continuar la lista de contrastes. ¿Qué es una película? En su más pura esencia es una serie de imágenes con un principio y un fin. El director fue capaz de fusionar varios aspectos aparentemente contradictorios y excluyentes, así como su vena surrealista (el mundo de los sueños), su legado intrínseco de arte español, su mordaz conciencia social y artística, todo eso que le dio la capacidad de crear tales películas.

En Los olvidados, Buñuel plasmó dos cosas: la naturaleza e idiosincrasia de los ciudadanos (la juventud en particular) en condiciones de pobreza extrema (aislamiento del resto de la sociedad) y la necesidad inexorablemente humana: la de ser vistos, reconocidos y amados (conexión).

Sí, México era y sigue siendo el país ideal para una película como Los olvidados y un extranjero lo pudo ver y entender mejor. A nosotros mexicanos las emociones nos ganan, nos volvemos irracionales y caóticos al instante de una mínima crítica o un desacuerdo. El pueblo de México en esa época del cine de oro estaba feliz y orgulloso con las películas del director Ismael Rodríguez como Nosotros los pobres y Pepe el Toro. En ellas se idealizaba y enaltecía la pobreza como medio para alcanzar el cielo, en otras palabras, ser pobre era sinónimo de buena persona.

Pero no, señores, en las zonas marginales existe la violencia, el horror, la desesperanza. Y aún así Buñuel, con su maestría, creó personajes que no eran ni totalmente buenos ni enteramente malos. La naturaleza real del hombre es esa precisamente. El otro tema en Los olvidados es la soledad y la orfandad real, psicológica, emocional. Esos personajes no escatiman en llegar hasta las últimas consecuencias. El Jaibo y Pedro unidos por un asesinato a sangre fría, Julián y su padre alcohólico, Ojitos y el ciego Don Carmelo unidos por una codependencia. Se trata del instinto de supervivencia, de estar dispuesto a lo que sea con tal de tener una conexión humana con el otro.

La madre de Pedro es la madre más desalmada en la historia del cine. Y aún así, Buñuel se acercó a esa miseria material y existencial con calor humano y comprensión. Es aquí donde radica la universalidad e inmortalidad del legado del poeta director Luis Buñuel. Gracias a Buñuel por todo esto y más podemos recordar por siempre Los olvidados y que no somos tan distintos entre nosotros, todos anhelamos en esencia no quedarnos solos ni ser olvidados.

 

 

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