El artista mexicano Marcos Castro presentó la exposición El estado de las cosas, la cual se inscribe en un imaginario donde resuena, por ejemplo, la obra de pintores paisajistas como el Dr. Atl y su trabajo alrededor del nacimiento y comportamiento del volcán Paricutín.
Además de su interés por la vulcanología, y en particular por las implicaciones históricas resultado de la actividad de estas estructuras geológicas, el volcán en erupción en El estado de las cosas tiene una multiplicidad de lecturas, entre ellas, simboliza el rompimiento, la fractura de construcciones ideológicas enraizadas en el artificio de la historia.
En la exposición, el artista transita entre el dibujo, pintura, escultura, video y animación, en esta ocasión incorpora la realidad aumentada a través de una aplicación que permitirá que los visitantes experimenten la pieza en movimiento y en tercera dimensión.
La pintura mexicana moderna ha dejado un impacto significativo en el trabajo del artista. A edad temprana tuvo contacto con Jorge González Camarena y su obra La erupción del Xitle (1947), ahora establece un lazo reflexivo con la narrativa pictórica de esos años. Le interesa de manera particular la invención de la identidad desde el muralismo mexicano y su contribución a ilustrar un proyecto de nación.
En su trabajo hay referentes a la historia del país, a las culturas anteriores a la llegada de los españoles a esta geografía; su aproximación cuestiona estrategias como la homogeneización de las culturas precolombinas en el discurso nacionalista. Distingue la ficción y dramatismo como dos componentes efectivos para la asimilación de la historia oficial.
La muestra, que se exhibe en la galería sur del Museo Universitario del Chopo, aborda lo sublime de un evento apocalíptico, un desbordamiento de la naturaleza similar a la erupción del Xitle retratada por Camarena.
No es posible trazar un tiempo lineal en el relato, el tiempo de Marcos Castro transita en un orden distinto: pasado, presente y futuro toman la forma de la mano gigante de un robot, restos óseos, la idea de progreso o la ciencia ficción.
En la escena sembrada de cactus sobresale la ausencia del águila y así el mito fundacional de Tenochtitlan desaparece en un paisaje consumido por la catástrofe, desolado y en llamas. El presente volátil se derrama en el espacio con toda su incertidumbre.
Para la experiencia de realidad aumentada del proyecto se colaboró con Centro, institución de educación superior dedicada a la profesionalización de la creatividad, y su Steam Lab, área enfocada al impulso de la creación tecnológica para la industria creativa.
Estudiantes y profesores de dicha institución realizaron la asesoría para el diseño y desarrollo de experiencias de realidad aumentada, el diseño sonoro, los procesos de modelado y animación de elementos 3D, el diseño de interfaz, así como la programación e integración a la propuesta gráfica de la obra.
Synergy Studio, firma especializada interdisciplinaria que crea sinergia entre el arte, la creatividad, la publicidad y la tecnología, aportó a la innovación tecnológica de la mano de Centro.
Asimismo, desarrolló un conjunto de filtros accesibles a través de redes sociales en Instagram y Facebook que aportarán a la difusión y publicidad interactiva de la exposición.
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11:30 a 17:00 h pic.twitter.com/er2gLDw0Fb— Museo del Chopo (@museodelchopo) October 23, 2021