Microcuentos
Duelogrías
Me duele que te duela que le duela que nos duela que les duela; pero también, me alegra que te alegre que le alegre que nos alegre que les alegre.
Huyendo a…
La situación comenzó a ponerse muy delicada. Por ello, reunió a los suyos, tomó los papeles más importantes y los objetos más preciados y salió a toda prisa rumbo al aeropuerto para tomar un vuelo que los llevara a… y entonces volvieron a casa, regresaron todo a su lugar y cada uno continuó con sus actividades diarias. Ya no había lugar a dónde ir en este mundo.