Con el arranque de operaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin (Museo del Mamut), ubicado en el pabellón cultural de estas instalaciones, abrió sus puertas al público.
El museo y su centro de investigación aledaño, donde se analizarán los restos óseos hallados en terrenos de la terminal aérea, son el resultado de la colaboración entre las secretarías de la Defensa Nacional y de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El recinto museológico tiene seis salas de exposición permanente y una de muestras temporales, un espacio virtual inmersivo a la megafauna y al ambiente del Pleistoceno, salas de interacción digital y de proyecciones en 4K, áreas para talleres infantiles y servicios como cafetería, juegos y tienda de recuerdos.
La primera sala permanente aborda la historia geológica de la Cuenca de México a partir de evidencias sedimentológicas, vulcanológicas y otros elementos que ayudan a reconstruir el devenir del vulcanismo y el clima durante los últimos 30 millones de años.
El guion científico, creado por investigadores del INAH, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y de la UNAM especializados en paleontología, arqueología y otras disciplinas, y complementado por personal de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del instituto para incluir espacios aptos para personas con discapacidades visuales y auditivas, conduce al segundo espacio, dedicado a una de las especies pleistocénicas con mayor presencia en el territorio mexicano: el mamut colombino, donde los visitantes podrán ver uno de los esqueletos más completos, con 96 por ciento de sus restos óseos, recuperados durante las obras.
En el Quinametzin (museo del mamut)?????????. pic.twitter.com/TizZPtVVlo
— José Ramón López Beltrán (@_30JR40_) March 22, 2022
Del panorama del registro fósil de la Cuenca de México, que incluye animales y plantas que habitaron la región hace más de 10 mil años, se ocupa la sala tres, mientras que en la cuatro, el público encontrará reproducciones de cráneos humanos y materiales culturales, como puntas de flecha y otras herramientas que permiten reconstruir la historia del poblamiento paulatino en dicha zona.
El salón cinco se enfoca en la relación entre los fósiles y los imaginarios culturales, y la última, da una síntesis de los trabajos de salvamento realizados en el AIFA, los cuales concluirán en el corto plazo, aunque se plantea que prosigan dado que el diseño de la terminal contempló áreas de reserva para exploraciones futuras.
Destaca el Jardín Temático; se trata de experiencia inmersiva en la que los visitantes se adentrarán a una sala donde, por medio de proyecciones en 360 grados de elementos visuales y auditivos, reproducciones escala 1 a 1 de animales como el león americano, mastodonte o tigre dientes de sable, se reconstruirá el paisaje y el ambiente de hace 15 mil años.
En el pabellón cultural del AIFA también se encuentra el Centro de Investigación Paleontológica, un espacio de dos mil 600 metros cuadrados, que cuenta con laboratorios, área de restauración-conservación y una osteoteca que resguarda más de 62 mil piezas óseas halladas en los salvamentos arqueológicos.
Está equipado con 37 módulos de anaqueles móviles para optimizar espacios, 191 módulos de anaqueles fijos para piezas de formato menor y una grúa móvil para la manipulación de objetos de gran formato, con capacidad de carga de dos toneladas; además de sistemas de climatización y control de humedad.
La presidenta del Consejo de Paleontología del INAH, Felisa Aguilar Arellano, aseguró que este centro de investigación está llamado a ser un área núcleo para la paleontología del Pleistoceno Tardío en nuestro país, pues permitirá dar continuidad al análisis de los numerosos vestigios paleontológicos y arqueológicos descubiertos en los casi 600 puntos de exploración, desde el 5 de noviembre de 2019 y hasta hoy, en los terrenos del AIFA.
