Nacen elefantes hembras sin colmillos en Mozambique

La bióloga Joyce Pool cree que “se puede hablar de selección natural, una bella y necesaria forma de supervivencia frente al depredador humano”
Selección natural en Mozambique. Foto: WWF.
Selección natural en Mozambique. Foto: WWF.

En años recientes, en Mozambique los elefantes hembras nacen con una particularidad, no tienen colmillos, característica de su especie perdida después de una guerra civil y la avaricia humana por el marfil, dio a conocer el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en un reporte como parte de su campaña Stop el tráfico de especies.

Desde hace unos años, los científicos que trabajan en Mozambique con elefantes notaron que las crías, en un porcentaje elevado, nacen sin colmillos. No son todos, pero sí una mayoría de hembras. ¿Se trata de una adaptación evolutiva de esta especie para sobrevivir a una de sus grandes amenazas, el tráfico de marfil?, se pregunta WWF.

En una entrevista con el periódico español El Mundo, la bióloga Joyce Pool, directora de Elephant Voices y experta en el tema, dice para entender qué pasa en aquel país africano hay que remontarse a 1977, cuando estalló una sangrienta guerra civil que duró 15 años. Durante el conflicto, uno de los bandos implicados, la guerrilla de Resistencia Nacional Mozambiqueña, encontró en el marfil de los elefantes su principal fuente de financiamiento.

Antes de la guerra, miles de elefantes habitaban esta zona. Después de tres lustros de violencia, apenas quedaban poco más de 100. ¡Una verdadera masacre de paquidermos! Pero una vez que la paz se instaló en Mozambique, fue posible saber qué había pasado con los elefantes.

WWF explica que organizaciones como Elephant Voices estudiaron a los pocos supervivientes y llegaron a la conclusión de que la mayoría eran hembras que tenían en común una extraña mutación en el gen que permite el desarrollo de los colmillos. ¡Sobrevivieron porque no tenían el codiciado marfil!

Las crías de estas elefantas han nacido en un porcentaje alto (42 por ciento) también sin colmillos. Por tanto, dicen los expertos, no se puede hablar de un cambio evolutivo como respuesta a la amenaza de los furtivos, pero sí de un proceso de selección natural que está favoreciendo una mutación que representa una ventaja biológica: nacer sin colmillos.

Los elefantes son una especie matriarcal, en la que las hembras tienen un papel fundamental. En Mozambique, las crías que nacen sin los colmillos son capaces de adaptarse a su hábitat y obtener comida. Y aquellas que sí los tienen, como la gran mayoría de elefantes en el resto del mundo, siguen siendo asesinadas por las mafias que lucran con el tráfico de especies.

 

Emocionales

Estos grandes animales experimentan emociones complejas y sufren las pérdidas, igual que los seres humanos. Aunque se nos suele asemejar a los primates, por apariencia, también tenemos características en común con otras especies tan diferentes a nosotros físicamente, como los elefantes.

Estos majestuosos animales poseen capacidades extraordinarias: tienen una gran memoria y sienten emociones complejas, al igual que nosotros. De hecho, se han encontrado grandes semejanzas entre el duelo y el sufrimiento de humanos y la respuesta de los elefantes ante la muerte, informa el WWF.

Esta especie es una de las pocas en las que se ha demostrado la existencia de estrés postraumático tras vivir difíciles situaciones. Emociones que experimentan las crías o los elefantes jóvenes ante la presencia de la muerte de sus madres a mano de cazadores furtivos.

Los elefantes cuentan con una vida emocional muy intensa y son muy sensibles. Además de la solidaridad que muestran hacia miembros de su clan que están heridos o enfermos, a los que apoyan o esperan, también honran a sus muertos. Cuando fallecen, suelen quedarse un tiempo cerca del cadáver, al que tocan y mueven. Cuando se encuentran con huesos de familiares y antepasados, suelen acariciarlos.

Este comportamiento se debe a que cuentan con un hipocampo de gran dimensión, que es la zona del cerebro donde se procesan la memoria y las emociones.

La especie sigue como blanco de la caza furtiva. Foto: WWF.
La especie sigue como blanco de la caza furtiva. Foto: WWF.

Asesinan 55 por día

En la actualidad, se matan más ejemplares de elefantes de los que nacen: alrededor de 55 elefantes son asesinados cada día para traficar con sus colmillos, sumando unos 20 mil cada año. Los abatidos son los adultos, puesto que son los que poseen los colmillos de mayor tamaño y generan más beneficios para las mafias. Esta masacre, además de empobrecer nuestra naturaleza y biodiversidad, también deja huérfanas a cientos de crías, que aún necesitan el cuidado y la alimentación de sus progenitores.

Pero no sólo eso. La muerte de una hembra en una especie liderada por matriarcas deja al resto de la manada sin guía. Con ella se va también su memoria y, con ella, sus conocimientos sobre la ubicación de agua y alimento en época de sequía o escasez: significa perder la brújula que guía a toda una manada y de la que depende su supervivencia.

Majestuoso y sorprendente, dice WWF, este animal es también muy vulnerable: ha perdido 70 por ciento de sus poblaciones en los últimos 40 años. En las sabanas y selvas africanas, donde a principios del siglo pasado vivían entre tres y cinco millones de elefantes, hoy viven sólo unos 415 mil. Esta masacre está causada principalmente por la persecución para arrancarles sus colmillos de marfil y tratar de obtener beneficios millonarios.

 

 

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