“La verdadera explicación de la disfunción de Israel es el populismo y no cualquier supuesta inmoralidad”, sentencia el escritor israelí Yuval Noah Harari en un artículo publicado en el periódico estadunidense The Whashington Post, titulado “El horror de Hamás es también una lección sobre el precio del populismo”.
En el texto se cuestiona ¿cómo sucedió? “¿Cómo desapareció en acción el Estado de Israel?, que debía permanecer para evitar que se repitiera el horror del Holocausto y la persecución de judíos en distintos contextos y que permitió el ataque del grupo terrorista Hamás” el viernes pasado.
El autor de Homo Deus y Unstoppable Us, profesor de historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén, responde al planteamiento: “Durante muchos años, Israel ha sido gobernado por un hombre fuerte populista, Benjamin Netanyahu, que es un genio de las relaciones públicas, pero un primer ministro incompetente”.
Harari analiza el ataque de Hamás y descarta que se pueda comparar con la Guerra de Yom Kippur de 1973; en cambio, da voz a quienes reportan la masacre de civiles en Beeri y Kfar Aza, poblaciones donde Hamás tuvo el control por horas y donde se habla de asesinatos puerta por puerta, incluso de bebés y ancianos. Los abuelos del autor del artículo son de la comunidad de Beeri y siguen vivos, pero, apunta, “conozco muchas personas que acaban de recibir la peor noticia de sus vidas”.
En el artículo, Harari atiza: “En repetidas ocasiones (Netanyahu) ha preferido sus intereses personales al interés nacional y ha construido su carrera dividiendo a la nación contra sí misma. Ha designado personas para puestos clave basándose más en la lealtad que en las calificaciones, se ha atribuido el mérito de cada éxito, pero nunca ha asumido la responsabilidad de los fracasos”.
La coalición de Netanyahu, añade el Premio Polonsky por la Creatividad y Originalidad de 2009 y 2012, “es una alianza de fanáticos mesiánicos y oportunistas descarados que ignoraron los muchos problemas de Israel –incluido el deterioro de la situación de seguridad– y, en cambio, se centraron en hacerse con un poder ilimitado”.
Alerta sobre “dictadura mesiánica”
Apenas el 13 de julio pasado, Harari publicó un ensayo en el sitio Haaretz titulado “¿Puede el judaísmo sobrevivir a una dictadura mesiánica en Israel?”, con un sumario: “¿Qué pasará con el judaísmo si los fanáticos supremacistas destruyen la democracia israelí?”
Entre otros elementos, Harari advierte: “¿Pero qué pasa si la Tercera Destrucción es diferente? ¿Qué pasaría si esta vez los fanáticos lograran crear un Estado mesiánico que destruiría la democracia israelí y perseguiría a los árabes, a los laicos, a las mujeres y a las personas LGBT+? ¿Qué pasaría si ese Estado adoptara una ideología racista de supremacía judía, pero gracias a sus armas nucleares y sus industrias cibernéticas lograra evitar durante algún tiempo la destrucción económica y política? Si esto sucediera, entonces el judaísmo tendría que enfrentarse a un tipo de destrucción sin precedente: una destrucción espiritual”.
En otro punto, dice: “Y si el gobierno de Israel continúa con sus peligrosas políticas, entonces es deber de todos los judíos, donde quiera que vivan, resistir a este gobierno de todas las formas no violentas que conocemos. Para hacerlo, es importante que nos demos cuenta de que lo que está sucediendo ahora mismo en Israel no es una lucha política pasajera, sino un acontecimiento histórico decisivo que moldeará la historia judía para las generaciones venideras”.
El autor de Sapiens considera que los grandes desastres históricos a veces son causados por pequeñas ambiciones personales. “La mayoría de los miembros de la coalición Netanyahu están tan ocupados repartiéndose empleos y presupuestos para sí mismos, que tal vez no comprendan hacia dónde están guiando los fanáticos al pueblo judío. Pero, aunque muchos en la coalición de Netanyahu están ciegos, la historia lo ve todo y recordará lo que cada persona hizo en los días decisivos de este mes de Av. La historia tiene sus ojos puestos en nosotros”.
The terrorists went from house to house, systematically murdering families, killing parents in front of their children and taking hostages, even babies and grandmothers. How did the state of Israel go missing in action?
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