Alejandra Zermeño, una de las artistas mexicanas contemporáneas más destacadas, fue la comisionada por el municipio mexiquense Nicolás Romero para crear un monumento de tres metros dedicado al coronel que da nombre a la localidad y que luchó en la Guerra de Reforma y en la Segunda Intervención Francesa en México.
Realmente no se sabe con exactitud cómo era el rostro de Nicolás Romero, por lo que la artista se documentó e investigó a profundidad no solo sobre el personaje, sino también sobre la época.
La pieza pública de Nicolás Romero o León de las Montañas se empezó a diseñar desde principios del año pasado. Como me lo dijo Ale (como me gusta llamarla), la pieza fue el resultado de un decreto que ella mismo realizó. Claro está que la capacidad y el talento son enormes, pero me atrevo a decir que el destino, la oportunidad, el deseo y el poder interior que posee ella jugaron un papel importante para que a las tres semanas fuera la elegida.
«Todo fue muy especial, en mi obra trabajo mucho con animales de poder y en cada momento la vida me presenta a animales cuyas cualidades necesito; en este caso, valentía, libertad y adaptación al cambio son algunas de las virtudes que encuentro en este animal y de las cuales me apodero».
La escultura Nicolás Romero a caballo podrá ser visitada aproximadamente en junio de este año frente al palacio municipal y será el resultado de seis meses de trabajo y un equipo de ocho personas. Los procesos por los que pasará esta obra son diseño, maqueta, estructura, empalado, modelado, fundición en cera y acabado en bronce.
Armando Navarrete, alcalde de Nicolás Romero, fue el encargado de la decisión sobre esta comisión. Zermeño entra así al pequeño grupo de mujeres que han participado en la elaboración de una pieza tan grande, en un gremio acaparado por hombres, lo que irá abriendo la brecha y es digno de aplauso.
Los proyectos de Ale no se detienen, pues se está presentando en la feria de arte virtual ArtMotiv, curada por Joseph Firbas, y tiene una exhibición virtual e individual en el Museo Mexicano en San Francisco con su exposición Las custodias del maíz, una colección escultórica que tomó dos años y medio cristalizar.
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Dejo dos preguntas abierta a ti, lector:
¿Será que teniendo un mínimo de mujeres en el gremio, el trabajo de Alejandra Zermeño romperá un paradigma en las oportunidades en el ámbito del arte plástico en México?
¿Habrá relación en nuestro trabajo con alguna fuerza superior que nos guía y que nos lleva a la realización de nuestros más grandes deseos?