“Soy Orhan Pamuk, soy novelista, pero en realidad quería ser pintor”, dice el premio Nobel de Literatura 2006 mientras recorre las salas del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
“Desde joven me lo tomé en serio y pintaba todo el tiempo en casa con la esperanza de que algún día sería un pintor famoso”, añade.
“A los 22 años, de repente, me pasé a la literatura y escribí novelas. ¿Por qué paso esto? Todavía no lo sé. Creo que escribir novelas es como pintar, una comunicación visual hecha con palabras. Veo mis novelas en la mente antes de ponerlas por escrito, quizá porque quería ser pintor”.
Todos los viernes y sábados, desde hace 18 años, el escritor turco camina 35 minutos desde su casa en Manhattan hasta el Met, uno de los más completos del mundo por su acervo de 2 millones de piezas de arte del todo el mundo.
Este ritual se realiza por las tardes, luego de la jornada laboral. Ha elegido esos días porque son los únicos en que el museo neoyorquino cierra hasta las 9 de la noche y el número de visitantes es sustancialmente menor.
“¿Qué hago ahí? Mirar los mismos cuadros, pasear, sentir los museos. Me gusta ir a museos y disfrutar de sensaciones diferentes que no disfruto en la vida urbana habitual. Los museos te permiten conocer otros espacios, otras culturas, otras civilizaciones”, sostiene.
En esos recorridos, Pamuk lleva siempre en un pequeño cuaderno para hacer anotaciones, reflexiones; es una forma práctica de atrapar las ideas súbitas que asaltan a los peripatéticos, los seguidores de Aristóteles que filosofaban mientras caminaban.
El Nobel también traza algunos dibujos en esa pequeña libreta. Ese hábito le permitió publicar apenas el año pasado Memories of Distant Mountains, un volumen con su obra plástica.
“Es más un libro visual que se siente atrapado en la literatura y quiere salir y grita ‘estoy aquí, también soy pintor’”, añade desde el Met, cuyas autoridades han invitado al escritor a compartir su experiencia en el recinto a través de un video.
“En 2008 empecé a pintar a escondidas y a llevar diarios como este en los que pinto y escribo a la vez; hay algo de recuerdo en esos dibujos, es como si estuviera escondiendo el mundo aquí (en la libreta), como si estuviera tratando de vivir en sus páginas la vida que no puedo vivir.
Orhan Pamuk, amante del arte
“Cuando escribía o planeaba escribir Mi nombre es Rojo solía venir aquí y mirar estos cuadros, porque las miniaturas persas no se exhibían en ningún lado y no había muchos libros. De hecho, escribí ese libro mirando estos cuadros y volviendo a casa a escribir.
“Me gustan los paisajes urbanos de Nueva York y cuando los dibujo tengo la impresión de estar entre los rascacielos y los árboles”.
‘Los niños están mirando’: cuando los adultos voltean la cara
What are you most excited about for “Superfine: Tailoring Black Style”?
In celebration of The Met’s upcoming Costume Institute exhibition, Ev Bravado, Téla D’Amore, Dynasty Ogun, and Soull Ogun joined guest curator Monica L. Miller in conversation at The Billie Holiday Theatre… pic.twitter.com/HAsQjxHEL1
— The Metropolitan Museum of Art (@metmuseum) May 1, 2025