La historia del el Volkswagen sedán, el famoso vocho, en México inicio con la inauguración de los primeros cursos en Ciudad Universitaria, hace 70 años.
La exposición Alemania y su Industria, que desplegó los productos de las 500 fábricas germanas más importantes de entonces en pabellones instalados bajo el edificio de Humanidades y frente a la Biblioteca Central, fue el primer magno evento donde la Ciudad Universitaria fungió como anfitriona.
Los diarios de la época estimaron que alrededor de seis mil cajas y paquetes con material para la exposición, que pesaban entre dos mil 500 y tres mil toneladas, fueron traídos al campus central de la máxima casa de estudios del país, donde se presentó el vocho, el auto más producido de la historia.
Para esa tarea se utilizaron siete barcos de vapor que viajaron de Alemania a México. Ya en el puerto de Veracruz, los artículos fueron transportados en cinco vagones de ferrocarril, tres tráileres y una docena de camiones. Ahí venía el emblemático Volkswagen sedán, adoptado en México con el mote de vocho.
Vocho, un auto puma
Una gran cantidad de universitarios usaron en aquella época ese auto, pues era accesible: costaba alrededor de 12 mil pesos.
La Universidad Nacional incluso adoptó por varios lustros, desde el último tramo del siglo XX, estos autos como integrantes de su parque vehicular de servicio y vigilancia.
El 10 de julio de 2019, la planta Volkswagen de Puebla produjo el último Beetle, cerrando así un importante capítulo de nuestra historia automotriz. No obstante, el vocho seguirá rondando por mucho tiempo en las calles de México y en nuestro recuerdo.