El Museo de Arte Moderno abre al público la exposición Graciela Iturbide. Retratos para un ritual, muestra que da continuidad al proyecto de la Sala Manuel Álvarez Bravo dedicada a la fotografía; la inauguración será el sábado 29 de abril, a las 12 horas
La exposición ofrece una lectura de su obra a partir de cinco autorretratos, con los que se explora su carrera y visión artística. Estas imágenes autorreferenciales dialogan con una selección de fotografías de Iturbide, parte del acervo del MAM. De esta manera, nos adentramos a su mirada metafórica e intuitiva, en donde la propia efigie de Iturbide nos sirve como hilo conductor de diversas aristas de su oficio.
Graciela Iturbide es una de las principales exponentes de la fotografía a nivel nacional e internacional gracias a su particular estética que combina el enfoque documental con la sensibilidad poética. Su cámara nos sorprende al desnudar lo maravilloso y complejo de lo habitual; lo simple y lo marginal se vuelve extraordinario y profundo.
La muestra reúne 25 fotografías del acervo del Museo de Arte Moderno, las cuales van desde trabajos tempranos de 1978 hasta piezas más recientes de 2011.
Con Retratos para un ritual el Museo de Arte Moderno rinde homenaje a una creadora excepcional que sigue apuntalando los derroteros del arte fotográfico hoy en día y da continuidad al proyecto de la Sala Manuel Álvarez Bravo, inaugurada en octubre del año pasado, como un espacio dedicado exclusivamente a la fotografía. El Museo de Arte Moderno se ubica en Paseo de la Reforma esq Gandhi s/n, Primera sección, Bosque de Chapultepec.
La muestra da continuidad al proyecto de la Sala Manuel Álvarez Bravo dedicada a la fotografía; la inauguración será el sábado 29 de abril, a las 12 horas
Graciela Iturbide nació en 1942 en la Ciudad de México. En 1969 ingresa al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para convertirse en directora de cine. Sin embargo, pronto fue atraída por el arte de la fotografía practicada por Manuel Álvarez Bravo, quien estaba enseñando en la misma universidad. De 1970-71 trabajó como su asistente, acompañándolo en viajes a través de México.