Río de Janeiro.- La Marina brasileña hizo en 1879 su primera vuelta al mundo con un destino final: China, para hacer los primeros contactos diplomáticos con el país asiático y traer mano de obra a Brasil para sustituir el trabajo esclavo.
La aventura de los 430 días que duró el viaje de ida y vuelta quedó reflejada en el libro Primera circunnavegación brasileña y primera misión diplomática de Brasil a China, escrito por la periodista y escritora Marli Cristina Scomazzon y el escritor e investigador Jeff Franco, publicado recientemente en Brasil por la editorial Dois por Quatro.
Escribimos este libro con mucho entusiasmo por recuperar un tema hasta ahora inédito, una parte interesante de la memoria nacional y también por ser una historia repleta de curiosidades
Con documentos e imágenes de la primera de las ocho vueltas al mundo hechas por la Marina de Brasil, además de relatos de los miembros de la expedición, la obra es fruto de un exhaustivo trabajo de investigación de los dos autores, que encontraron manuscritos en Portugal, EU, la Biblioteca Nacional de Brasil, el Archivo Nacional y la cancillería brasileña.
Fueron cuatro años de investigaciones, vimos archivos en todo el mundo, y fue interesante observar que la influencia cultural china en Brasil es desde el siglo XVII, incluso con la llegada de centenares de chinos para trabajar en Brasil
Los más de 16 mil 660 kilómetros que separan ambos países en línea recta fueron recorridos en el siglo XVIII por la Corveta Vital de Oliveira en 430 días, totalizando 35 mil 44 millas náuticas. El viaje se repartió en 268 días navegando y 162 atracados en los puertos. La expedición estuvo formada por 197 personas: 22 oficiales, 126 marinos imperiales, 15 fogoneros, 21 soldados navales y 13 civiles.
El barco partió de Río de Janeiro hacia Toulon (Francia), de donde continuó hacia Malta, pasó por el ya inaugurado Canal de Suez, paró en Sri Lanka y ya en China ancló en Hong Kong, Shanghai y Tianjin, donde el 5 de septiembre de 1880 se firmó el primer acuerdo entre China y Brasil.
Para volver, la corbeta cruzó el Pacífico hasta San Francisco, para ir contorneando todo el continente americano, pasar por el estrecho de Magallanes y subir hasta regresar a Río de Janeiro, el 24 de enero de 1881.
La llegada de la expedición permitió que entre 1879 y 1882, Brasil tuviera una misión diplomática en China para establecer los primeros lazos cordiales entre los países y, principalmente, para abrir un camino para la inmigración de ciudadanos chinos a Brasil.
De camino a China, la misión paró en Francia, donde contrató a un intérprete con la ayuda del gobierno francés: el embajador de China en Londres, Rusia y París, Zeng Jize, quien se puso a disposición de Brasil para esta tarea.
Muchos brasileños creen que el primer contacto diplomático con China fue en 1979, pero no. La realidad es que sucedió un siglo antes, en 1879
Aunque se llegó a un acuerdo, la inmigración de chinos a Brasil no se produjo como deseaban las autoridades brasileñas, por las resistencias del Imperio chino, que vio los malos tratos que recibían sus ciudadanos que fueron enviados a Cuba o a Perú.