Dice Serafo que no están exagerando, que él cuando muchacho supo de una plaga que terminaba con las reses en las haciendas y los ranchos, y que le llamaban la fiebre aftosa: que los animales se ponían muy mal hasta morir y había que rascar en el llano grandes hoyos para enterrarlos.
Escuchó esta semana en el radio que se calculan en el mundo más de 550 millones de enfermos por el covid desde su inicio y que sin exagerar el número de contagios podía subir hasta 10 veces más, caracho: imagínate la mortandad y lo que de ahí se desprende, chavalo: huérfanos, viudas, trabajos perdidos, gastos en medicinas, muchas tumbas en los panteones…
–¿Supiste que a uno de los hijos de tu primo Chepe le afectó la mortandad? Él, sus seis chavos y su mujer pasaron a mejor vida, se infectaron y hasta ahí: engarrotesenme, dijo la Huesuda y a todos se los llevó. Cuánto dolor, carajo, se le cargó la mano a esa familia y como que no es justo. Dios guarde la hora y nos proteja. ¿Pus qué no estaban vacunados o qué? Hay gente desidiosa que dejó pasar la oferta, o de plano, combinado con otras enfermedades, el bicho se impuso… Peor si entre ellos padecían otras enfermedades: presión alta, diabéticos sobre todo… ¿Qué otra explicación le ves tú?
–Pues que no se cuidaron, ni atendieron a las indicaciones de tomar sus debidas precauciones y no exponerse… Y aunque quisiera la gente prevenirse: se mete usted en el Metro y ahí va barriga con barriga, nalga con nalga, apretujado, echándole el vaho a la cara del vecino y aspirando los humores del prójimo. Pus así n’hombre, ni para cuando se vaya a terminar con esta epidemia o como le llamen…
–Ahí tienes, y ni modo que la gente deje sus trabajos, que los chamacos no vayan a la escuela, que se pare todo mundo… Y si te enfermas, ai te lo haiga con la gastadera en el médico y las medicinas. Dios guarde l’hora… La gente quiere curarse el bicho como si fuera una gripa, y pus no es así la cosa…
–Tú ya deja de salirte a vagar, Serafo: ya vi que hicieron su grupito la bola de viejitos jubilados y ahí están en el chisme a media calle, exponiéndose a cualquier enfriamiento, gripa o covid. Qué necesidad es esa…
–Pues mira, Brígido: uno como quiera que sea ya vivió y cumplió con sus responsabilidades, pero ahí ves los sábados que la gente llega y se queda en la calle y compra el cartón de cervezas y se ponen bien zumbos, domidotes quedan en la esquina, serenándose y hasta exponiéndose a un asalto, a un mal golpe, a una cuchillada…
–Es la juventud que busca un gustito después de una semana de chinga en el trabajo, pus qué caray. Nosotros lo hacíamos, acuérdate. No te la puedes pasar nada más como burro y sin pastura…
–Pues sí, pero hay que ser precavido y no como el sobrino, que ve tú a saber si contagió o lo contagiaron y se llevó a todos entre las patas. Qué necesidad hay, caray: pagan justos por pecadores y como que eso no va.
–Pues lo malo es que así está la cosa con esta mentada quinta ola del covid, y mejor ponte el tapahocico o te va a nalguear tu doña. Y vámonos encaminando, porque ya se viene la hora y acuérdate que a comer y a la cama nada más una vez te llaman. Vamos a mover bigote o nos castigan hasta la cena y eso como que no es cosa buena, no señor…
#OnlyFans y unos chilaquiles.
“Manejaba cuando mi teléfono enloqueció, todos los mensajes me alertaban lo mismo: fotos mías en traje de baño insinuando que habría nudes para quien se suscribiera…”
Créditos: @ClaudiaDuclaud https://t.co/3m4uCW4aCV
— Fusilerías (@fusilerias) July 5, 2022