Llegamos a la quinta entrega de Almas Invisibles y es inevitable no escribir acerca de estas lindas hadas con coloridas alas, que rítmicamente revolotean entre las flores, en cualquier jardín, huertos o parques. Ellas llegan a la cita alegremente y contribuyendo al medio ambiente, polinizando y embelleciendo cualquier lugar.
Hace años en casa teníamos un pedacito de jardín, ahí crecían plantas de diversas especies por lo cual no era casualidad encontrar insectos y arácnidos conviviendo en ese pequeño lugar.
Pero había una planta en especial: El mastuerzo, la cual crecía en el minijardín por temporadas y con ciclos que inician con el revoloteo de unas pequeñas y hermosas mariposas blancas (Leptophobia Aripa), las cuales felizmente empiezan con su cortejo para luego aparearse escondidas debajo de las hojas y ahí mismo colocar sus huevos fecundados.
Este proceso mágico lo pude conocer y fotografiar poco a poco, a través de los años. De los huevos emergen hermosas orugas rayadas (larvas) que devoran incansablemente a la planta, ya que deben alimentarse y reunir toda la energía que les servirá tiempo después para subir por las paredes y convertirse en pupas.
Aquí viene lo increíble, lo milagroso y fantástico de este proceso: La metamorfosis. De la pupa colgada sale poco a poco otro ser totalmente distinto a la oruga.
Es lenta esta salida a la nueva vida finalizando la metamorfosis de la mariposa cuando extiende (cual si fueran globos) sus increíbles alas y a la espera que su nuevo cuerpo se seque para alzarse por primera vez en el aire.
No solo he podido fotografiar todo este proceso descrito, sino también de encontrarme en ese mismo lugar a mariposas que utilizan el arte del camuflaje para evitar a los depredadores: mariposas amarillas que se confunden perfectamente con el color de las hojas secas y simulan grandes ojos para alejar a sus enemigos.
Gracias a la técnica del macroextremo he podido fotografiar las micro escamas de sus alas, colocadas armónicamente y distribuidas en todo su cuerpo. Un espectáculo imposible de describir, sino es por medio de imágenes que comparto con todo gusto.
Evidentemente no será la última vez que escriba sobre mariposas, ya que por fortuna en nuestro país tenemos mil 800 especies, siendo 14 por ciento de ellas endémicas. Por lo que para siguientes entregas podré escribir otros detalles fantásticos y experiencias inolvidables con estos hermosos seres que me hacen creer en las hadas.
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Mis sorprendentes amigos arácnidos.
“Jamás me han dado miedo, me encanta buscarlos y fotografiar sus hermosos colores, ojos, ocelos y sus graciosos movimientos, en el caso de las arañas saltarinas…”
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— Fusilerías (@fusilerias) September 8, 2022