The Morning Show es la prueba de que se pueden incluir temas de actualidad en una serie televisiva sin caer en clichés y que se pueden generar reflexiones sociales sin tener una agenda visible.
El programa que se transmite por la plataforma de streaming Apple Tv+ está en su tercera temporada. Es protagonizada por Jennifer Aniston y Reese Witherspoon y ha ido teniendo un manejo temático en cada una de sus entregas de acuerdo con temas sensibles socialmente hablando.
Mientras en la primera temporada en 2019 abordaba los escándalos del Me Too en los medios, con una Alex Levy (Aniston) abrumada después de que su compañero en el micrófono durante quince años Mitch Kessler (Steve Carrell) fue despedido en medio de un escándalo de conducta sexual inapropiada, vimos la lucha por sobrevivir más allá de la pose de heroína sorora que olvida su propio bienestar. La segunda temporada empató con el caos mundial por la pandemia de covid 19.
Pero la temporada 3 ha logrado lo que pocas: hablar de los “juegos de poder y los ambientes tóxicos en televisión”, abordando el tema de un hackeo y filtración masiva de datos del canal que pone patas arriba y dinamita el clima laboral, a la vez que muestra las pérdidas personales tras la pandemia.
The Morning Show, el éxito
La serie ha sido un éxito. Aun sin estrenarse la tercera temporada, fue confirmada ya la cuarta. Esto no habla de buenas voluntades ni de esperanzas sin fundamento.
Es una serie sin pretensiones de ser cine de arte. Esto queda reflejado incluso en las críticas de los criticones que mencionan que The Morning Show tiene tramas simplistas y predecibles adornadas con diálogos que rozan el ridículo 90 por ciento de las veces. No obstante, parecen olvidar que lo importante es lo que el público bendice con su preferencia y cuando lo recuerdan, agregan, “sus actores elevan el material haciendo equilibrios en una delgada línea entre solemnidad y autoconciencia, lo que la hace profundamente entretenida y adictiva”.
Una serie que ha atrapado al público al hablar de temas cotidianos, pero con respuestas cotidianas, no llenas de corrección política. Algo que ha sido el punto de toque de muchas producciones que al tratar de abordar lo cotidiano de la vida caen en la tentación de moralizar o aleccionar en agendas. Aquí en la trama se pierde el miedo a la cancelación. Las protagonistas luchan con sus propios demonios, que van desde la decisión de no dejar de ser amiga del acosador, hasta evitar salir del clóset lésbico o anteponer su familia a la lealtad patriota.
Y sí, qué mejor título que el show matutino con el cual todos nos identificamos. The Morning Show.
The painful truth. pic.twitter.com/2qJnSxcssZ
— The Morning Show (@TheMorningShow) October 7, 2023