El Centro de Cultura Digital se convirtió en el escenario del Festival del Condón, que en su primera edición erigió una pasarela de ballroom en la que, además de baile y moda, desfiló el activismo en favor de la salud sexual y el uso del preservativo.
“Muchísimas gracias a todos de parte del Centro de Cultura Digital, nos da mucha alegría poder recibirles. Esto es muy importante para el espacio, esta es su casa y esperemos que sigamos colaborando porque eso significa generar comunidad”, dijo la coordinadora Educativa y de Comunidades del centro, Ana Escutia.
El evento contó con la participación de la activista Roshell Terranova y el periodista Sergio Almazán, acompañados de Marco Antonio Palet; el presidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología, Rodrigo Moheno, y el director de Prevención y Participación Social del Censida, Víctor Rodríguez.
Con el propósito de resaltar la importancia del uso del preservativo, en conmemoración del Día Internacional del Condón (13 de febrero), el festival fue una celebración a la vida, pero también un recordatorio de lo necesario que es impulsar la educación integral de la sexualidad como una de las vías para acabar con las LGBTfobias.
El evento, además de ofrecer un ambiente de celebración lleno de colores, música, amor y amistad, también puso a disposición de las personas asistentes insumos de salud sexual, pruebas rápidas de VIH y la activación de PARESS, que es una plataforma de educación integral de la sexualidad que se impuso como reto llegar a 500 mil personas.
Además se realizará un evento cultural ballroom que contempla un concurso de baile vogue.
📅 22 de febrero | 🕔 17:00 – 21:00 h
📍 Feria de servicios y evento cultural
Organiza: Comisión de Diversidad de la Cámara de Diputados
Conoce más en https://t.co/vsQYTgf4oL pic.twitter.com/1MP4LoQqYw— Centro de Cultura Digital (@CCDmx) February 20, 2025
Activismo y vogue en el Festival del Condón
Al igual que la cultura ballroom rompió esquemas en la década de los ochenta en Nueva York, Estados Unidos, el encuentro se vistió con colorido y extravagancia, así como mucha música para comunicar un mensaje muy claro: la libertad sexual es primordial.
El baile vogue y el ballroom convivieron con el auge del VIH a escala mundial y se convirtieron en un importante movimiento de resistencia y creación de comunidad, que hoy es un camino hacia la integración dentro del colectivo LGBT+.
Por eso es que, además de júbilo, la celebración ofreció un ballroom dividió en cuatro categorías: Team fashion killah, OTA runway con pancarta, OTA sex siren, y Tag team old way + vogue femme, en las que los participantes se apropiaron de la pasarela con su porte y mensaje que reafirman que la comunidad LGBT+ es una fuerza política capaz de generar cambios.
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