El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recuerda al pintor, escultor y muralista Manuel Felguérez (Zacatecas, 1928-2020), artista de incansables búsquedas y experimentaciones, figura tutelar del arte mexicano, en el marco de su quinto aniversario luctuoso, que se conmemoró el 8 de junio.
“Al hablar de Manuel Felguérez, estamos frente a una figura fundamental de las transformaciones del arte mexicano hacia la segunda mitad del siglo XX. Fue un artista visionario, a través del cual podemos entender ese paso del arte moderno al contemporáneo, pero también humano, cercano al público, que cambió la manera de entender a los creadores”, expresó el investigador Carlos Segoviano.
El también curador del Museo de Arte Moderno explicó que resguardan un acervo importante del creador, con el cual es posible comprender sus diversas etapas. Entre ellas destacan dos obras monumentales que forman parte de su Jardín Escultórico, considerado uno de los recorridos más importantes de América Latina.
“Él fue uno de los pilares del movimiento de Ruptura, surgido como respuesta a los valores nacionalistas del muralismo, cuya intención fue recuperar valores estéticos internacionales de corte abstracto y, especialmente, una creación estética que podríamos considerar de corte apolítico, o donde los mensajes sociales no fueran lo más trascendente”.
De sus primeras etapas, el Museo de Arte Moderno resguarda La gaviota: “una pieza que se exhibió hace unos meses dentro de la exposición En pugna, y que muestra ya una búsqueda por la abstracción, donde, sobre todo, está pensando en el trabajo de mosaico —tal vez influido por el mosaico veneciano— mediante la yuxtaposición del color”.
El recinto también conserva obras de uno de sus proyectos más visionarios: Máquina estética, “donde combina el geometrismo con el informalismo, al mismo tiempo que experimenta con nuevos mecanismos tecnológicos. Esta obra es parte de una investigación en donde vincula arte-ciencia y fue pionera en la relación arte y lenguajes computacionales, especialmente lo relacionado con la inteligencia artificial”.
De forma permanente, el Museo de Arte Moderno exhibe dos piezas fundamentales: México 68 (El barco) y Crisálida. Sobre la primera, detalló que la gente empezó a llamarla “el barco”, y el maestro decidió integrar ese nombre:
“Esta es una obra que está en nuestro Jardín Escultórico, fue creada para la Olimpiada Cultural de 1968 y estaba contemplada para que estuviera en la entrada de la Villa Olímpica, pero, en protesta por la represión estudiantil, decide no colocarla y, posteriormente, la dona al Museo de Arte Moderno. De grandes dimensiones, integra formas abstractas con superposición de planos, colores y composiciones”.
Respecto a Crisálida, señaló: “Tal vez no sea tan conocida por los visitantes, ya que se integró al recinto el año pasado. “Está contigua a El barco y es la reconstrucción de un Volkswagen sedán, el carro más icónico de la era industrial y de la Ciudad de México. Para la cual desnuda, desmiembra y libera las piezas metálicas de su color y funcionalidad para destacar la pureza y solidez de las líneas cromáticas, la irregularidad y la asimetría de las estructuras, que es parte de esta visión, conectada con la tecnología de recolocación y constitución de cuerpos futuristas, que podemos encontrar en casi todo su trabajo”.
Felguérez y el Museo de Arte Moderno
Segoviano agregó que la presencia de Manuel Felguérez no sólo está estrechamente ligada al Museo de Arte Moderno a través de su acervo, sino también porque fue un actor clave en la creación del recinto y un asiduo asistente. Junto con Susana Gamboa y Carmen Marín, fue uno de los artistas que impulsó la creación de un espacio dedicado a los nuevos movimientos, y uno de los primeros en presentarse en sus salas.
Señaló que Felguérez también está presente en la ciudad con obras como Puerta 1808, escultura monumental ubicada entre las avenidas Juárez y Reforma: “Es una obra de 2007, realizada en metal, que habla de sus abstracciones y, sobre todo, de ese cambio que hay en la noción de escultura: pasar de monumentos cívicos que glorifican a ciertos personajes a una escultura urbana en relación con el espacio moderno, que convive con los transeúntes”.
Al invitar al público a descubrir su obra, el también catedrático concluyó: “En Manuel Felguérez encontrarán a un artista innovador, cuya obra, aunque realizada hace algunos años, parece seguir hablándole al futuro. Su estética seguirá vigente”.
A cinco años de su fallecimiento, Manuel Felguérez permanece como figura central del arte abstracto en México. Su obra transformó el horizonte plástico del país y abrió nuevas rutas de experimentación formal y conceptual.@bellasartesinba @Canal22 pic.twitter.com/HGE7w0i7I1
— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) June 8, 2025