Con el objetivo de abrir un diálogo mundial sobre la igualdad de género del 19 de junio al 2 de julio de 1975 se llevó a cabo en Ciudad de México la primera Conferencia Mundial de la Mujer convocada por la Organización de las Naciones Unidas.
A propósito de ello, la escritora y feminista Alaíde Foppa cuestionaba en el artículo “La mujer ese malentendido”, la necesidad de evitar homenajes estériles que replicaran estereotipos de género como la abnegación, los estándares de belleza o la maternidad; sino acudir al reconocimiento de una causa que debía debatirse tanto como traducirse en reformas y leyes tangibles, en una discusión continua que garantizara el desarrollo pleno de las mujeres.
A medio siglo de un suceso que convocó a 133 representantes gubernamentales de las cuales 113 fueron mujeres y donde participaron más de 4 mil mujeres en un foro recién abierto a las organizaciones civiles, los resultados dieron lugar a negociaciones políticas y acuerdos que permitieron plantear la urgencia de transformar la calidad de vida de las mujeres.
Hoy su lugar en el terreno no sólo histórico, sino simbólico cobra plena relevancia, en tanto, el debate sigue abierto frente a una realidad mexicana donde persisten diversos tipos de violencia, segregación, abusos, desigualdad, brechas educativas, salariales, laborales, además de cifras alarmantes de feminicidios.
A medio siglo de días llenos de contrastes donde las voces no fueron homogéneas, sino mostraron las diferencias entre las necesidades de las mujeres de países en vías de desarrollo frente a las de aquellos con mayores recursos económicos; destaca la intervención de la boliviana Domitila Barrios de Chungara, perseguida en su país por su activismo político y cuyas intervenciones representaron problemáticas afines para quienes compartían parte del suelo latinoamericano:
Hablábamos lenguajes muy distintos, ¿no? Y esto volvía difícil el trabajo en la Tribuna. Además, había mucho control de los micrófonos.
Entonces nos unimos un grupo de latinoamericanas y volcamos todo aquello. Y dimos a conocer nuestros problemas comunes, en qué consistía nuestra promoción, cómo vive la mayor parte de las mujeres. También dijimos que, para nosotras, el trabajo primero y principal no consiste en pelearnos con nuestros compañeros, sino con ellos cambiar el sistema en que vivimos por un otro, donde hombres y mujeres tengamos derecho a la vida, al trabajo, a la organización. (Si me permiten hablar, 2005, 163).
Conferencia mundial aún resuena
A medio siglo de aquellas divergencias en la Tribuna de la Conferencia, éstas aún resuenan, se abren a enfoques como la interseccionalidad de género, a través de la cual se pone de manifiesto que no todas las mujeres enfrentamos las mismas desigualdades, problemáticas ni circunstancias; sin embargo, emerge la posibilidad de una lucha colectiva capaz de subsanar tales brechas.
A medio siglo de aquel día conviene cuestionarse si esta causa, cuando habitamos la frontera del primer cuarto del siglo XXI, continúa malentendiéndose.
No se pueden negar los sitios legales ganados y la presencia de una agenda nacional e internacional vigente, no obstante, más allá de los tintes y las texturas discursivas, el camino es arduo frente a temas como la autonomía reproductiva, la descolonización de los cuerpos, el reconocimiento de los saberes ancestrales, la participación política, el acceso a la salud, la educación, por decir lo menos.
Así, hoy a medio siglo, se vuelve esencial exigir, reclamar y pronunciar sin temor nuestro derecho a la vida misma.
Referencias:
Foppa, Alaíde. “La mujer ese malentendido”. México 75 año internacional de la mujer.
ONU. “Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer”.
Viezzer, Moema. «Si me permiten hablar…» Testimonio de Domitila, una mujer de las minas de Bolivia. Siglo XXI, México:2005.
¿Sabías que en 1975, la SRE, hoy CCU Tlatelolco fue sede de un momento clave para los derechos de las mujeres?
La Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer reunió a 157 países y +15,000 personas para hablar de lo que hoy seguimos defendiendo: igualdad, cero discriminación y más… pic.twitter.com/BLvMY6tLKG
— CCU Tlatelolco (@ccutlatelolco) June 19, 2025